Petavius
no solamente es uno de los craters más grandes de la superficie lunar (177
kilómetros de diámetro) sino también uno de los más idiosincráticos. Presenta las
características de los grandes craters de impacto, paredes con complejos
aterrazamientos y un conjunto de macizos picos centrales. Kepler sostenía que
buscaba telescópicamente indicios de civilizaciones en la Luna, lo que según él
era más que obvio, ya que en la naturaleza, decía, no existen las formas
perfectamente circulares y los que ahora conocemos como cráteres, y antes se
conocían como montañas circulares, tenán que ser el producto de un trabajo
consciente, seguramente ciudades amuralladas. No fue hasta principios del siglo
XX que se descubrieron craters de impacto conservados en la Tierra, por lo que
en la época de Kepler la forma redonda de los cráteres era un enigma. Petavius
podría ser el ejemplo perfecto, sus picos centrales serían la ciudad, sus
paredes las murallas y la línea recta que los une… ¿un puente? No, se trata de
una rima (una grieta) de origen volcánico. Petavius pertenece a una categoría
de cráteres reciente, la de los cráteres con suelos fracturados (FFC, “floor-fractured
craters”). Son cráteres de impacto modificados por actividad volcánica
posterior que origina un levantamiento del suelo por presión de la lava
ascendente que produce fracturas y hundimientos, como el que vemos en Petavius.
Autor de
las imágenes: Alberto Anunziato (Paraná, Argentina, Sociedad Lunar Argentina).
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