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jueves, 18 de abril de 2024

¿FOSA O CRÁTER?


 

Traducción del texto aparecido en el número de abril 2024 en The Lunar Observer

En la edición de octubre de 2023 compartíamos en The Lunar Observer un análisis sobre los variados accidentes selenográficos que se podían observar en la filmación de la cámara a bordo del Lander Vikram de la misión lunar Chandrayaan 3 de la Agencia Espacial India, que alunizó cerca del cráter Marzinus el 23 de agosto de 2023. El video utilizado se encuentra en youtube: https://www.youtube.com/watch?v=IhTQ6bNuP8c&t=56s y a los 2 minutos 27 segundos aparecía un cráter de forma sumamente irregular, tan irregular que hacía pensar en un cráter de colapso o fosa, por sus bordes irregulares (IMAGE 1). Este mes, como una de las actividades para festejar el quinto aniversario de la Sociedad Lunar Argentina, programamos una serie de charlas en vivo por Youtube, y una de ellas fue sobre un tema que me fascina: las cavernas de la Luna. Los que tenemos unos años hemos visto avanzar significativamente el conocimiento de la formación geológica que explicaría que hubiese cavernas bajo la superficie de la Luna, como las que habitaban los selenitas en la famosa película “First men on the Moon”, basada en el relato de H. G. Wells. Se trata de los tubos de lava. Con las fotografías de Apollo y, sobre todo, de Lunar Orbiter, se podía deducir que estas cavernas formadas por el drenado de la lava existían a partir de imágenes de rimas formadas por sectores colapsados y sectores que tendrían un techo. Recordemos que muchos canales de lava, como Vallis Schröteri, podrían explicarse como tubos de lava cuyo techo ha colapsado. Con sondas modernas como Grail y Lunar Reconnaissance Orbiter empezaron a estar disponibles datos sobre la corteza que permiten inferir espacios huecos e imágenes de fosas que son cráteres de colapso que podrían ser la entrada a un tubo de lava, como si fueran claraboyas de su techo. Ahora bien, preparando la charla “Cráteres de colapso y tubos de lava” me encontré con un catálogo de fosas realizado con las imágenes de LRO, se trata del LROC Pits Atlas, disponible en https://www.lroc.asu.edu/pits , en la forma de un atlas y un catálogo. Se trata de una herramienta relativamente reciente y fascinante, en la que encontramos imágenes con distinta iluminación e información detallada sobre 278 fosas. En el número anterior de esta revista, en la Sección Focus On Lacus Mortis citamos un trabajo en el que se elegían 4 de estas 278 como las mejores candidatas para una base lunar habitada. El futuro a mediano plazo de la exploración lunar está relacionado con los tubos de lava, a los que se accederá a través de estas fosas. En este estudio (López Martínez G. et al.) se sintetiza la importancia de estudiar estas fosas:

“De manera similar a cómo se forman las fosas en los tubos de lava en la Tierra, en la Luna, estas características podrían ser la entrada a cuevas subterráneas formadas cuando los techos de los tubos de lava no son lo suficientemente resistentes para soportar su peso y colapsan. Algunos de ellos podrían incluso estar interconectados si su origen es el mismo tubo volcánico por el que fluyó la lava en el pasado. En consecuencia, los cráteres planetarios y las posibles cuevas subterráneas son regiones astrobiológicas prometedoras debido a sus propiedades para preservar su propio microclima. También ofrecen un escudo natural contra la radiación (por debajo o a 6 metros de profundidad) y las duras condiciones de la superficie. Se encontró hielo de agua expuesto en la superficie en las regiones polares lunares y en cráteres simples, por lo que los cráteres lunares podrían preservar depósitos de hielo de agua dentro o cerca de ellos. Las cuevas han sido descritas como posibles primeros asentamientos humanos en la Luna y Marte, ofreciendo un refugio permanente y seguro para los astronautas y almacenamiento de equipos. Además, la protección que proporciona este refugio natural ofrece un interés adicional: un tubo de lava intacto en condiciones prístinas adecuadas para comprender la historia geológica de la Luna”. Estamos viviendo tiempos interesantes, sin dudas. Por cierto, la fosa más grande y más accesible, en principio, a una futura exploración se encuentra en Lacus Mortis y compartimos su imagen en el número anterior. Si voy a la Luna, es el lugar al que quiero ir, a la Lacus Mortis Pit y bajar cuanto pueda por esa rampa que parece tan accesible.

Con perdón de esta larga introducción, lo que quería compartir aquí es la comparación entre el accidente selenográfico que se puede observar en la filmación de la cámara a bordo del lander Vikram, bastante cerca del lugar de alunizaje, con imágenes de fosas catalogadas en el LROC Pits Atlas. Por supuesto, esta “supuesta” o “imaginaria” fosa no se encuentra en el catálogo y no tengo la más mínima intención de reclamar un “descubrimiento”. Lamentablemente mi conexión de internet dificulta bastante estos días llevar el LROC Quickmap hasta las cercanías de la supuesta fosa para buscarla, lo que será mi próxima tarea. Solamente quería compartir una comparación “observacional” de la forma de lo que se ve en la imagen captada al alunizar por Vikram con las formas de las fosas incluidas en el catálogo citado, de manera de conocer más sobre este fascinante tema.

Antes de comparar a la “Fosa Vikram” con otras fosas catalogadas, quisiera hacer algunas consideraciones sobre la distribución en la superficie lunar de estas. 1) Tienen una distribución irregular, aparentemente en grupos. Hay 4 cráteres que concentran el 52 % de todas las fosas catalogadas (King con 62, Copernicus con 32, Stevinus con 26 y Tycho con 24). ¿Hay un sesgo observacional o una explicación geológica? Esto último es más probable, pensemos en que los 4 son cráteres jóvenes, de la era copernicana. 2) Hay muy pocas en las cercanías de los polos sur y norte. Aquí más que con un sesgo observacional nos enfrentamos con condiciones adversas de observación, incluso para la maravillosa cámara de la LRO, ya que los ángulos de incidencia de la iluminación solar son muy bajos, lo que impide ver el interior para saber si hay paredes verticales y rampas.








Vamos a comparar la forma de la supuesta fosa con la forma de fosas incluidas en el LROC Pits Atlas, al que pertenecen las imágenes que siguen. Empecemos la comparación con la IMAGE 1, que en la parte inferior presenta dos salientes, más pronunciada la de la derecha. En IMAGE 2 (Jackson 3, página 114) marcamos dos salientes, más finas y menos pronunciadas, en IMAGE 3 (King 20a, página 151) también marcamos una saliente similar. En IMAGE 4 (Tycho 16, página 270) las salientes de la derecha son tan pronunciadas como las de IMAGE 1 y a la izquierda podría haber una posible rampa, lo que también podríamos ver en IMAGE 1. Las salientes de las cuatro imágenes podrían o no ser lo que el Pits Atlas denomina “overhang”, es decir, una especie de techo o cieloraso. En 29 de las fosas catalogadas este fuerte indicio de una caverna debajo de la fosa está confirmado, en las 3 que vimos es dudosa su presencia. En cuanto a la presencia de una rampa, las fosas de las IMAGE 2 y 3 no la tienen, mientras que es muy probable que existe en la fosa de IMAGE 4, bastante parecida a la IMAGE  1, que podría tener una rampa en la parte inferior izquierda (mera hipótesis especulativa, como todo lo que venimos diciendo). En la fosa de la IMAGE 5 (Oday 2, página 205) marcamos la posible rampa, con un muy leve parecido a lo que señalamos en la IMAGE 1. IMAGE 6 corresponde a la fosa denominada Tycho 14 (página 267), que consideramos muy similar en forma a IMAGE 1, las flechas horizontales indican las salientes y la flecha vertical la posible rampa. Es la IMAGE 7 (Stefan L1, página 220) la más parecida a la “Fosa Vikram”, la flecha indica la más que evidente rampa (es increíble el nivel de detalle de las rocas sueltas), que podría ser comparable a la parte superior izquierda de IMAGE 1. Bueno, ya hemos dejado volar demasiado nuestra imaginación. Las formas del accidente selenográfico de la IMAGE 1 y de las fosas de las IMAGES 2 a 7 tienen cierta semejanza. IMAGE 1 podría ser un cráter muy irregular, y seguramente lo es, y los juegos de sombras y luces nos hacen ilusionar (lo que es una constante en la observación lunar por aficionados). También es cierto que las sombras indicarían un cráter demasiado profundo para ser un cráter de impacto tan pequeño. Es casi imposible que sea una fosa si no fue incluida en el LROC Pits Atlas, ya que la cámara de la LRO es muy superior a la de la Vikram y sus imágenes han sido analizadas en profundidad en ese increíble catálogo, pero también es cierto que las imágenes de Vikram se tomaron de más cerca que la LRO y que las cercanías de los polos dificultan la observación, salvo cuando se está tan cerca como el lander indio. Habrá que buscar en el LRO Quickmap un cráter irregular que en sombras sea similar a la “Fosa Vikram”, lo que seguramente sea el caso. Es posible que mi ilusión de aficionado me haya empujado a esta divagación fundada en la analogía más que en el dato certero del LRO Quickmap. Admito mi lado fantasioso y trato de lidiar con él, pero también es cierto que fue una oportunidad para conocer más sobre estos accidentes selenogáficos que serán esenciales en el futuro no tan lejano. Un punto en contra para nuestra imaginada caverna debajo de la “Fosa Vikram”: “Desafortunadamente los tubos de lava son principalmente aparecen en los maria, en las tierras altas polares deben ser antiguos y estar bastante dañados”, según Arlin Crotts en The New Moon (página 247). Imaginen qué increíbles aventuras nos esperan en estas cavernas: ¿Cuáles son el contenido y la estructura de esos tubos de lava? Son sorprendentes a la hora de preservar un momento de hace varios miles de millones de años, probablemente libre de la lenta trituración del regolito por los impactos. Algunos incluso pueden estar sellados contra el vacío: ¿Qué atmósfera contienen? (El helio y el argón son los principales candidatos, pero también es posible que haya vapor de agua y el dióxido/monóxido” (Crotts, página 286).

 

REFERENCES

Crotts, Arlin (2014), The New Moon, Cambridge University Press, New York.

López-Martínez G. et al. (2023), Habitability Potential of Lunar Pit Craters: Marius Hills, Mare Tranquilitatis, Lacus Mortis and Mare Ingenii Pit, 54th Lunar and Planetary Science Conference 2023 (LPI Contrib. No. 2806).  Disponible en: https://www.hou.usra.edu/meetings/lpsc2023/pdf/2380.pdf

Wagner, R. V. and Robinson, M. S. (2021). Occurrence and Or­igin of Lunar Pits: Observations from a New Catalog. 52nd Lunar and Planetary Science Conference, Abstract #2530.

https://www.hou.usra.edu/meetings/lpsc2021/pdf/2530.pdf

jueves, 4 de abril de 2024

LA SOMBRA GIGANTESCA DE CASSINI


 

Traducción del texto aparecido en la edición de abril 2024 de “The Lunar Observer”

La idea de dibujar a Cassini no fue la de registrar detalles de la superficie, ya que sabemos todo sobre este cráter ímbrico, y por ende muy antiguo, e inundado por lava posteriormente. Cassini es tan antiguo que tiene dos enormes cráteres en su interior bastante antiguos (Cassini A de 17 kms de diámetro y Cassini B de 9 kilómetros de diámetro) y sus contornos aparecen completamente suavizados, producto de miles de millones de años de impactos de micrometeoritos y radiación solar. Cuando era joven debe de haber sido magnífico (como todos lo fuimos en nuestra juventud), lo que se puede deducir por el tamaño de su manto de eyección (o glacis) y la altura (residual) de sus paredes. Estas pueden no parecer tan altas cuando vemos imágenes de este cráter inundado por lava, pero con el terminador cerca proyectan una sombra increíblemente alargada, como vemos en IMAGE 1. Limitaciones de la visión del observador: la pared sur, muy brillante, proyecta una sombra muy irregular, pero no vemos las irregularidades en la pared lisa. Interesante caso de percepción indirecta de la forma de la pared que no percibimos directamente sino a través de la sombra. Como si mi cuerpo proyectara una sombra delgada y musculosa y tuvieran que deducir que soy un Adonis aunque me vea como un cincuentón. También la parte oriental del glacis proyecta una sombra extraordinariamente alargada y puntiaguda. Ciertamente, como dice Peter Grego en su “The Moon and how to observe it”, sus flancos se extienden “inusualmente”. Me imagino que todos los observadores pasamos por lo mismo: pensar que captamos un momento único, personalmente nunca había visto a Cassini tan impresionante. Pero la descripción que hace Elger en “The Moon” ya demuestra que las sombras dramáticas de Cassini eran un refinado placer de los observadores lunares: “La vista más impresionante de Cassini y sus alrededores se obtiene cuando el terminador de la mañana está en el meridiano central”. Es interesante que Cassini, tan atrayente con iluminación oblicua, haya sido pasado por alto por los primeros observadores, ya que Elger señala que: “Aunque es un objeto prominente y hermoso bajo el sol bajo, su borde atenuado y el tono del suelo, que apenas difiere del de la superficie circundante, hacen que sea difícil rastrearlo bajo un ángulo alto de iluminación, y tal vez explique el hecho de que pasó desapercibido para Hevel y Riccioli; aunque ciertamente es extraño que se haya pasado por alto una formación que adquiere un relieve tan fuerte al amanecer y al atardecer, mientras que se han dibujado y descrito otras apenas más prominentes en estos momentos”

En cuanto al interior, las características topográficas de su suelo inundado de lava, como las rimas, que lo clasifican dentro de los cráteres de suelo fracturado, escapan al alcance de mi pequeño telescopio, aunque creo que están cubiertas por las también muy alargadas sombras que proyecta Cassini A, que se ven interrumpidas por la pared sur. Quizás la zona irregular de brillo apagado al oeste de la sombra de Cassini A es una pequeña zona elevada.

Para terminar, dos cuestiones acerca de estas sombras magníficas. Primero, la sombra bordeaba exactamente un pequeño pico en Mare Imbrium, probablemente una prolongación de los cercanos Montes Caucasus o una afloración de uno de los anillos de la cuenca Imbrium; lo que permite calcular la distancia que cubre, unos 40 kilómetros desde la pared sur, que con un cálculo generoso podríamos extender hasta cerca de  Theaetetus, lo que nos da (según el LROC Quickmap) unos 65 kilómetros (IMAGE 2). Segundo: ¿cómo se percibirá en la superficie del Mare Imbrium esta sombra enorme y amenazadora? Yo creo que la sombra de Cassini contribuirá a hacer menos brillante la superficie a su alrededor en el amanecer lunar, como las zonas iluminadas de la Luna hacen menos oscuras las sombras, como han narrado los astronautas de las misiones Apollo.



Name and location of observer: Alberto Anunziato (Paraná, Argentina).

Name of feature: CASSINI.

Date and time (UT) of observation: 2024-03-02/05:35-05.45

Size and type of telescope used: 105  mm. Maksutov-Cassegrain (Meade EX 105)

Magnification: 154X

sábado, 30 de marzo de 2024

NÚMERO 40 DE "EL MENSAJERO DE LA LUNA"


 

Amigos de la Sociedad Lunar Argentina;

Compartimos un nuevo número de “El Mensajero de la Luna”, la revista de la Sociedad Lunar Argentina y la Sección Lunar de la Liga Iberoamericana de Astronomía.

En el número 40 podrán encontrar las distintas secciones de nuestra revista: las actividades de la Sociedad Lunar, la Galería Lunar, con las últimas imágenes de nuestros miembros;  en Crónicas Lunares recordamos una observación de Etienne Trouvelot del siglo XIX, en la que pensó haber observado un muro en el cráter Eudoxus y las posible explicaciones, en Selenología compartimos un análisis de las cadenas de cráteres en la Luna por Marcelo Mojica, en Galería Planetaria tenemos imágenes de Júpiter de nuestros miembros; en Traducciones traemos un texto sobre la habitabilidad de los tubos de lava lunares y cerramos con una poesía lunar del escritos alemán Johann W. Goethe.

Link para ver y/o descargar:

https://drive.google.com/file/d/1sGzDj6Kg2gqW5XsFKpn_BayNSb4vjRkS/view?usp=sharing

 

viernes, 29 de marzo de 2024

ALGUNOS DORSA EN LA ORILLA OCCIDENTAL DE MARE SERENITATIS

 

TRADUCCIÓN DEL TEXTO APARECIDO EN LA EDICIÓN DE MARZO 2024 DE “THE LUNAR OBSERVER”

Mare Serenitatis es un lugar especial para observar dorsa, tanto concéntricos con su contorno como radiales. El más famoso de todos es Dorsum Smirnov, más conocido como Serpentine Ridge (en realidad es un conjunto de dorsa que incluye a Dorsa Smirnov). Al momento de observar la zona oeste de Mare Serenitatis (IMAGE 1) lo que atrajo mi atención fueron las sombras bastante “dramáticas”, en especial una especie de desfiladero entre los dos dorsa, completamente a oscuras. Los dorsa que vemos son parte de Dorsum Von Cotta (220 kms. de largo), parte de Dorsum Buckland (150 kms de largo) más al oeste y Dorsum Owen (50 kms. de largo), es el que parece una continuación de Buckland hacia el norte.  Traté de captar los contornos de los dorsa que observaba. Este registro es siempre aproximado, ya que la resolución de mi pequeño telescopio no permite percibir con nitidez los pequeños detalles, más bien es una vista generalizada, siempre con una tendencia a aparecer más curvados en su estructura de lo que realmente son. También traté de captar las zonas más altas (coincidentes con las zonas más brillantes), correspondiente al componente superior y más escarpado de la topografía de un dorsum, la cresta (el componente inferior,  más ancho, es el arco). En este caso las crestas, o más bien sus partes más altas, sobre Dorsum Buckland y Dorsum Von Cotta se veían claramente, incluso con cierto relieve y no meramente como zonas más brillantes, por eso es que marqué dichas crestas más altas con una línea continua. Una vez realizada la observación recurrí al esencial Photographic Moon Atlas for Lunar Observers de Kwok C. Pau (una vez más), del que extraje la IMAGE 2 (página 247 del Volumen 1). En ella vemos (en la parte derecha) los nombres de dos de los 3 dorsa que aparecen en IMAGE  1 (el tercero es Dorsum Owen, a la derecha de Dorsum Von Cotta, mucho más corto). En la parte izquierda de IMAGE 2 vemos a los dorsa de IMAGE 1 con una iluminación oblicua favorable (aunque inversa a IMAGE 1). La IMAGE 3 es un detalle de la imagen de la parte izquierda de IMAGE 2. Por supuesto, el dibujo de IMAGE  1 palidece ante la fotografía de K. Pau de IMAGE 3. Para mí el dibujo es instrumental, simplemente me ayuda a concentrar en los detalles que quiero confirmar posteriormente en las imágenes fotográficas. El terminador, indicado en la IMAGE 1, pasa muy cerca de Dorsum Von Cotta, hacia el este, lo que está hacia el oeste de Dorsum Buckland no está dibujado, simplemente indiqué Sulpicius Gallus para una mejor comprensión de la zona (más bien como una guía al realizar el dibujo definitivo sobre el papel, para saber los nombres de los dorsa dibujados). Dorsum Buckland está dibujado solo parcialmente, solamente su mitad sur, donde la cresta parece bifurcarse en dos segmentos. Antes de pasar a comparar IMAGE 1 y IMAGE 3, hay dos cosas que me parecieron interesantes, además de las crestas de Dorsum Buckland y Dorsum Von Cotta. Primero, al momento de la observación registré una especie de mancha muy poco brillante que parecía atravesar Dorsum Buckland e incluso una ligera sombra, se trata de un segmento transversal muy poco elevado, lo raro (observacionalmente) es que su muy débil brillo parecía pasar por encima del segmento principal). Segundo, el punto inicial (o final) de Dorsum Owen, que en IMAGE 1 ni siquiera proyecta sombra, mientras que en IMAGE 3 parece mucho más prominente. Decía, el punto inicial es “algo parecido a un cráter” en IMAGE 1, presentaba una sombra alargada bastante inusual para un cráter tan pequeño, que se ve más extraño en IMAGE 3. ¿Podría ser un cráter de origen volcánico? Por su ubicación respecto a Dorsum Owen no parece que fuera posterior sino que parece pertenecer a su estructura. Quizás podría ser un ejemplo del posible origen volcánico de un dorsum.







 Image 4 es una combinación de IMAGE 1 (izquierda) e IMAGE 3 (derecha), que me pareció interesante hacer para comparar lo que está al alcance de mi pequeño telescopio con lo que capta una cámara fotográfica, sirviendo también para ver cuan preciso es mi registro. Las crestas que observé están marcadas con números en ambas imágenes. Las crestas 1 y 2 están sobre Dorsum Buckland. La cresta 1 aparece con claridad en ambas imágenes y es bastante similar en ambas, mientras que la cresta 2 aparece mucho más corta en mi dibujo que en la fotografía de Kwok, en la que aparece mucho más brillante. Mas hacia el norte del mismo dorsum aparecen las crestas 4 y 5, ambas brillantes, pero tampoco entiendo porque en mi dibujo aparecen como brillantes solamente esos dos segmentos (estimo que serán mucho más brillantes y la cámara, por cuestiones de exposición homogeneiza el brillo). En Dorsum Von Cotta marqué la cresta 3, que aparece en la imagen de la derecha pero que en mi dibujo aparece mucho más prominente, más larga (probablemente un error) y con sombra hacia el este sobre el arco del dorsum, lo que es muy difícil de observar (esa cresta debe tener 100 metros o menos de altura) que en la imagen de Kwok de la derecha, donde proyecta una ligera sombra hacia el lado contrario. Con iluminación similar a mi observación la sombra de la cresta se proyecta sobre el arco, ya que la cresta corre sobre el borde oeste. Finalmente las crestas 6 y 7, en Dorsum Von Cotta aparecen bastante claramente en ambas imágenes. La imagen de la derecha muestra detalles de la topografía de Dorsum Owen que no pude observar, y si ven lo que yo dibuje como un cráter peculiar en la imagen de la derecha notarán que es algo más extraño todavía, como una especie de desfiladero.

Name and location of observer: Alberto Anunziato (Paraná, Argentina).

Name of feature: DORSUM BUCKLAND

Date and time (UT) of observation: 2024-02-01 06.35 to 07.10

Size and type of telescope used: 105 mm. Maksutov-Cassegrain (Meade EX 105).

Magnification: 196 X


miércoles, 27 de marzo de 2024

CAFÉ LUNAR: DISTRITO QUEBRACHO, EL METEORITO OLVIDADO

 


En un nuevo encuentro de nuestro Café Lunar hablamos de meteoritos y de uno en especial, el meteorito Distrito Quebracho, caído en las cercanías de Tezanos Pintos y Oro Verde, en el Departamento Paraná de la Provincia de Entre Ríos, Argentina. Reconstruimos la historia de su caída y estudio. También hablaremos sobre los tipos de meteoritos, como distinguirlos de otras piedras o trozos metálicos, como se produce su caída y otros tópicos interesantes.

lunes, 18 de marzo de 2024

OBSERVACIÓN DEL ECLIPSE PENUMBRAL DEL 25 DE MARZO

 

En ocasión del próximo eclipse lunar del día 25 de marzo, desde la Sección Lunar de la Liga Iberoamericana de Astronomía y la Sociedad Lunar Argentina invitamos especialmente a participar del proyecto del astrónomo Giovanni Di Giovanni del Osservatorio Astronomico Colle Leone (L’Aquila, Italia), quien estudia la relación entre la variación de la luminosidad de la Luna en un eclipse con la transparencia de la atmósfera terrestre, especialmente en la cercanía temporal de erupciones volcánicas importantes. Para eso el procedimiento, sumamente sencillo (puede o no usarse telescopio, siempre que en la imagen esté la Luna completa), consiste en tomar imágenes de la Luna, siempre con el mismo instrumento (diámetro y distancia focal), siempre con el mismo ISO, sin filtros, en la siguiente secuencia:  al menos dos imágenes antes del eclipse (entre las 4.30 y las 4.50 TU), al menos 3 imágenes cerca de la fase máxima (que es a las 7.12 TU) y al menos 2 imágenes después del eclipse (luego de las  9.32 TU). Las imágenes no deben ser procesadas.

Los horarios indicados son en Tiempo Universal (para Argentina, por ejemplo, restar 3 horas).

Las imágenes deben ser enviadas a sociedadlunarargentina@gmail.com y/o albertoanunziato@yahoo.com.ar

domingo, 17 de marzo de 2024

EL “MURO ENIGMÁTICO” DE TROUVELOT EN EUDOXUS


 

Traducción del texto aparecido en “The Lunar Observer” de marzo 2024

Leyendo “The Moon”, de Thomas Elger, para documentarme en la redacción del texto sobre Lacus Mortis para la sección Focus On de este mes, me encontré con este sintagma “murs enigmatiques”: “Hace unos años, M. E. L. Trouvelot de Meudon llamó la atención sobre una curiosa aparición que observó en relación con ciertas grietas cerca del terminador, a saber, hilos de luz extremadamente atenuados en sus lugares y en sus aparentes prolongaciones. Lo observó en la llanura circular de Eudoxus, cruzando el lado sur del suelo de pared a pared; y también en relación con la prominente hendidura que va desde el lado norte de Burg hasta el oeste de Alexander, y en algunas otras situaciones. A estos fenómenos los denomina “Murs enigmatiques” (página 26). Para alguien con una mente imaginativa, con un gusto por lo misterioso y lo antiguo, este sintagma (y sobre todo el adjetivo “enigmatique”) fue irresistible. Empecé mi búsqueda por internet y en el buscador apareció un muy interesante texto de Nigel Longshaw (“Trouvelot’s threads: the “murs enigmatiques” of Etienne Leopold Trouvelot”) en Journal of the British Astronomical Association, vol.117, no.4, p.187-191 (https://adsabs.harvard.edu/full/2007JBAA..117..187L ). Este texto trata por extenso el reporte de Trouvelot de un “fenómeno inusual que nunca había notado antes”. Trouvelot publicó sus observaciones de Eudoxus (y otros cráteres) en la famosa revista “L’Astronomie”, dirigida por Camile Flammarion, en el número de junio 1885, disponible en internet en https://archive.org/stream/lastronomie03flamgoog/lastronomie03flamgoog_djvu.txt . Longshaw utiliza la traducción al inglés del texto de Trouvelot realizada por Richard Braum (y nosotros también la utilizaremos). Trouvelot se encontraba observando la Luna con su refractor de 6.75 pulgadas el 20 de febrero de 1877 cuando observó en el cráter Eudoxus “un hilo fino y brillante que cruza la parte sur del cráter en línea recta, permaneciendo de ancho uniforme a su paso de un lado al otro. En el oeste, sin embargo, no llegó hasta el borde del cráter, que en este lugar forma una pequeña hendidura, sino que estaba separado de él por una estrecha brecha. Hacia el este, el hilo brillante llegaba hasta el borde del cráter. La mitad occidental de este hilo brillante estaba bordeada por sombras a ambos lados, mientras que la parte oriental estaba sin sombras en su lado sur”. Esta descripción complementa la discusión de Trouvelot (así como todo lo anterior) que vemos en la IMAGEN 1. En observación posterior, más de un año después, Trouvelot (en el mismo texto) afirma que no ha podido distinguir la línea brillante, hasta que en su lugar “en el fondo del cráter, se podía distinguir algo que daba la impresión de una fractura en el lugar exacto donde había visto el hilo brillante. Este misterioso muro nunca más ha sido visto”

La primera explicación que se le ocurrió a Trouvelot es que “Existía una ruptura recta y muy profunda en la pared occidental de Eudoxus y que la luz del sol al pasar por esta abertura iluminaba el fondo del cráter, y así formaba el hilo luminoso recto que hemos observado”. Esta explicación es plausible, y Longshaw reporta casos de observaciones comparables de franjas luminosas originadas por brechas en las paredes de cráteres en Torricelli (del propio Longshaw), Hesiodus (Koch), Elger (Cichus-Weiss) y otros- Eso sí: “Debido a que la formación de un estrecho hilo de luz depende probablemente de una correspondiente "interrupción" estrecha en un accidente que proyecta sombras, entonces las circunstancias de iluminación y geometría solar, lunar y terrestre deben ser favorables. El fenómeno es más evidente cuando el “hilo” iluminado cae sobre una superficie más lisa, como un Mare o el suelo liso de un cráter” (Longshaw). Trouvelot descartó en el texto original la hipótesis del rayo de sol que pasa por un brecha de la pared de Eudoxus por otros dos motivos: “En primer lugar, si el rayo brillante observado se debía al paso de los rayos solares a través de un espacio recto, no se vería por qué el hilo luminoso sería más brillante que las partes de la superficie que eran contiguas y recibían igual cantidad de luz. Además, no se puede apreciar cómo la sombra de la vertiente occidental del cráter pudo prolongarse hasta la cima de la vertiente opuesta, ya que en ese momento el sol ya estaba a más de 20 grados sobre el horizonte en este lugar”. Trouvelot se inclina por pensar que se trata de una especie de muro: “existen sobre nuestro satélite muros tan largos, tan estrechos y tan elevados como el que se supone que existe en Eudoxus para explicar el fenómeno observado, y se conocen muchos de estos muros que hemos dibujado y observado muchas veces. Cosa curiosa, los muros lunares que hemos observado se encuentran, precisamente, como el de Eudoxus, sobre la trayectoria de ciertas fracturas” (esta traducción de Trouvelot me pertenece, así como las que siguen), que pasa a enumerar: una que va de Bürg a Mare Serenitatis, otra en el macizo de Aristarchus, otra al este de Rhaeticus (sería interesante ver estos ejemplos que Trouvelot afirma que podrían ser similares al muro que habría observado en Eudoxus).

Hay un pequeño detalle, en palabras de Trouvelot: “si el fenómeno observado era un muro que atravesaba el cráter, cómo se explica por qué este muro, tan fácilmente reconocible el 20 de febrero de 1877, ha pasado desapercibido y no ha vuelto a ser observado. Estamos en presencia de un dilema que no es fácil de resolver”. Verdaderamente este muro es muy enigmático. Dice Longshaw: “El “hilo de luz” de Trouvelot debe haber caído sobre las paredes escalonadas del cráter y el áspero suelo roto de Eudoxus y, como tal, uno habría esperado que fuera “roto” por el terreno sobre el que cayó. Por esta misma razón, el fenómeno que Trouvelot observó en Eudoxus, y que le llevó a creer que lo que vio era un elemento iluminado parecido a una pared, sigue siendo un misterio. Sin duda, valdría la pena intentar repetir su observación en las condiciones adecuadas”. Y esto se realizó, como veremos. Y no es uno, sino ¡varios muros enigmáticos!

En el número de diciembre de 2022 de The Lunar Observer (páginas 65/66, correspondientes a la sección “Lunar Geological Change Detection Program”), aparece una observación visual nuestra de Eudoxus analizada por Tony Cook (Coordinador de la Sección). El requerimiento venía de la British Astronomical Association, a partir Nigel Loonshaw (autor del texto que citamos en extenso) y consistía en “detectar zonas brillantes y accidentes lineales dentro de la sombra de la pared este al amanecer”. Tony examina mi reporte sobre las zonas iluminadas dentro de la sombra en Eudoxus, comparándolo con una imagen anterior de Brandon Shaw, como vemos en la IMAGE 2.

Eudoxus orientado con el norte en la parte superior. (Izquierda) Un boceto de Alberto Anunziato realizado el 2 de octubre de 2022 UT 23:20-23:30. (Derecha) Una imagen de archivo de Brendan Shaw (BAA) realizada el 8 de mayo de 2003 UT 22:49. El boceto de Alberto (Fig. 1 – Izquierda), respaldado por una imagen de archivo anterior de Brendan Shaw (Fig. 1 – Derecha) muestra de hecho un par de características de luz lineales en la sombra en el lado este del cráter. Sigue siendo discutible si esto explica satisfactoriamente los puntos brillantes y las características lineales en la sombra o el “efecto de línea de luz”, pero al menos tenemos algunas observaciones adicionales para respaldar cualquier teoría”.

Más allá de la inexactitud en el dibujo de la forma del cráter en mi dibujo, vemos que en lo esencial las líneas brillantes (no tan brillantes como la que describe Trouvelot) coinciden. Las dos grandes líneas en la zona norte de la sombra proyectada por la pared este coinciden casi exactamente. La situada más al norte en la fotografía de la derecha parece englobar la zona que en el dibujo de la izquierda se muestra como una pequeña muesca, como si la fotografía de la derecha mostrara una fase inmediatamente posterior de la iluminación del dibujo de la izquierda, de manera que la zona iluminada se hubiera agrandado y fundido con la línea más al norte. La otra línea larga, más al sur, es idéntica en ambas imágenes, incluso se interrumpe a la misma altura. Y más hacia el sur una pequeña muesca en el dibujo de la izquierda aparece como una muesca un poco más grande, como una especie de rectángulo. En la imagen de la derecha de IMAGE 2 pareciera haber una línea muy poco brillante dentro de la sombra, que corriera paralela a la pared este, pero no alcanzamos a distinguirlo con certeza como las demás.  Esto quiere decir, más allá de muy pequeñas diferencias entre las zonas brillantes dentro de la sombra, que no se trata de un fenómeno inusual sino que es la apariencia normal de Eudoxus en esa fase de iluminación.



IMAGE 3 ilustra la topografía de Eudoxus (del LROC Quickmap). No se encuentra a simple vista una correlación obvia entre el relieve sumamente accidentado del suelo de Eudoxus con las líneas brillantes de IMAGE 2. La solución de Elger (“Son muy comunes las aparentes prolongaciones de hendiduras en forma de hileras de montículos o pequeñas elevaciones”) es bastante plausible y, entiendo, es cercano a la solución propuesta por Longshaw según Cook.

Los “murs énigmatiques” de Etienne Trouvelot tuvieron repercusión en la astronomía lunar como en la literatura sobre lo misterioso. ¿Y a quién no le gusta bucear en estos antiguos libros, llenos de cantos de sirena de hechos extraños? Al final de cuentas, somos muchos los que hemos estado en la misma situación que Edgard Alan Poe “upon a midnight dreary, while I pondered, weak and weary, over many a quaint and curious volume of forgotten lore” (The Raven). Quizás la referencia más famosa es Charles Fort, quien en New Lands pretende que lo que vio Trouvelot es una especie de señal luminosa en la Luna, haciendo trampa con la traducción del texto en francés, dice en capítulo 23: “En la noche del 20 de febrero de 1877, el señor Trouvelot, del Observatorio de Meudon, vio en el cráter lunar Eudoxus, que, como casi todos los demás centros de aparente señalización, se encuentra en el cuadrante noroeste de la Luna, una fina línea de luz (L'Astronomie, 1885-212). Era como un cable luminoso tirado a través del cráter”. Traduce “mince filet lumineux” (bien traducido por Longshaw como “thin bright thread”) por “luminous cable”, introduciendo un “element tecnológico” totalmente extraño a la observación original. ¡Cuantos supuestos misterios no son otra cosa que manipulación del texto original que se repiten ad aeternum! También es verdad que Trouvelot pareciera jugar con la idea cuando finaliza su artículo con las siguientes palabras (referidas a otro muro distinto): “El largo considerable de este muro, su regularidad perfecta y la curva atrevida que realiza alrededor del cráter (como parece) para evitarlo, hacen de esta formación lunar un objeto sumamente notable, que lo hacen semejante a una especie de viaducto gigantesco del que más de un ingeniero estaría orgulloso”. La astronomía del siglo XIX solía ser osada en sus suposiciones, lo que llevó a considerables errores como los canales de Marte, aunque también es cierto que le debemos mucho a su esfuerzo titánico de observación. Es un desafío interesante comprobar la causa de estas líneas brillantes en el suelo de Eudoxus que se repiten cíclicamente, coincidan o no con el “mur enigmatique” de Etienne Trouvelot.