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viernes, 26 de septiembre de 2025

La posible “Linné Catena” en el Mare Serenitatis

 

(Marcelo Mojica – Club de astronomía Icarus)

 

Introducción

La Luna, nuestra compañera celeste eterna, guarda aún secretos que no terminamos de desentrañar. Aunque se ha cartografiado con exquisita precisión gracias a sondas espaciales, telescopios y misiones tripuladas, el satélite terrestre sigue ofreciendo enigmas y curiosidades. Entre ellos, se encuentra la aparente alineación de un grupo de pequeños cráteres en el Mare Serenitatis, cerca del cráter Linné, uno de los más famosos y enigmáticos de la superficie lunar.

Esta alineación está formada por los cráteres satélite Linné A, Linné B, Linné F, Linné G y, según algunas observaciones, también Linné H, los cuales parecen dibujar una línea en la superficie basaltizada del Mare Serenitatis. El fenómeno, de confirmarse, podría describirse como una cadena de cráteres, lo que nos llevaría a pensar en la existencia de una posible “Linné Catena”. [1]

Las catenae lunares suelen estar formadas por impactos secundarios o colapsos estructurales ligados a fallas, y están oficialmente reconocidas por la Unión Astronómica Internacional (IAU). Sin embargo, hasta hoy, ninguna cartografía oficial designa a estos cráteres como parte de una catena. De ahí el interés de explorarlos, describirlos y discutir si es plausible considerarlos bajo esa categoría.

En este artículo, analizaremos la historia y características del cráter Linné, repasaremos datos sobre los cráteres satélite que podrían integrar la hipotética catena, y reflexionaremos sobre las limitaciones de la geometría esférica de la Luna en la percepción de alineamientos. Finalmente, discutiremos si este grupo de cráteres merece o no el nombre de “Linné Catena”.

El cráter Linné: historia y enigma

El cráter Linné es un cráter relativamente joven y pequeño, situado en el Mare Serenitatis. Su diámetro es de aproximadamente 2,2 kilómetros y su profundidad cercana a los 500 metros, lo que lo convierte en un ejemplo casi perfecto de un cráter de impacto simple. Sus paredes son empinadas y su interior presenta una forma en “cuenco”, con taludes que se inclinan hacia un fondo reducido. [1]

Lo que lo hace tan especial no es solo su morfología, sino también la historia ligada a su observación. En el siglo XIX, el cráter Linné fue protagonista de una de las mayores controversias en la cartografía lunar. Astrónomos como Johann Friedrich Julius Schmidt afirmaron en 1866 que Linné había cambiado drásticamente de tamaño y aspecto: de ser un cráter de unos 8 km de diámetro, visible fácilmente, había pasado a ser un punto blanco brillante apenas perceptible. Este supuesto “cambio” generó debates apasionados sobre si la Luna podía estar geológicamente activa.

Hoy sabemos que aquello fue una combinación de errores de observación debidos a la resolución de los telescopios de la época y a los fuertes contrastes de iluminación en la región. Linné nunca desapareció ni cambió de forma: siempre fue pequeño, brillante y joven. Sin embargo, esta anécdota lo convirtió en un objeto de fascinación para los observadores y en un caso emblemático dentro de la historia de la selenografía.

Actualmente, las imágenes de la Lunar Reconnaissance Orbiter Camera (LROC) confirman la frescura del cráter, cuyos eyecta destacan en la superficie oscura del Serenitatis, proyectando un halo claro que resalta especialmente en fase creciente.

 

Los satélites de Linné

Alrededor de Linné se distribuyen varios cráteres más pequeños, conocidos como sus satélites. De acuerdo a la nomenclatura IAU, se identifican con letras mayúsculas asociadas al nombre principal. Entre ellos, los que nos interesan para la hipótesis de la “Linné Catena” son A, B, F, G y H.

Linné A

  • Ubicación: al suroeste de Linné.
  • Diámetro aproximado: 1,5 km.
  • Características: Es un pequeño cráter simple, con forma cuenco, bordes definidos y un interior poco erosionado. Su morfología sugiere también cierta juventud relativa, aunque menos fresca que Linné principal. [1]

Linné B

  • Ubicación: al noroeste de Linné.
  • Diámetro aproximado: 2 km.
  • Características: Tiene bordes ligeramente más desgastados que A, y su eyecta no es tan evidente. Sin embargo, mantiene una forma definida, con laderas que descienden suavemente hacia un fondo plano. [1]

Linné F

  • Ubicación: algo más hacia el oeste.
  • Diámetro aproximado: 1 km.
  • Características: Es de los más pequeños del grupo. Presenta un contorno casi circular, con taludes poco abruptos. Debido a su tamaño reducido, se observa mejor con telescopios medianos bajo iluminación rasante. [1]

Linné G

  • Ubicación: al norte-noroeste.
  • Diámetro aproximado: 1,2 km.
  • Características: Su perfil es algo irregular, probablemente por la superposición de microimpactos. Aun así, se reconoce como parte de la secuencia de pequeños cráteres que parecen seguir una orientación lineal. [1]

Linné H

  • Ubicación: algo desplazado respecto a la alineación principal, al norte.
  • Diámetro aproximado: 1,3 km.
  • Características: Su inclusión en la posible cadena es debatible, pero algunos observadores lo consideran parte del patrón lineal. [1]

Estos cinco cráteres satélites, junto con el Linné principal, conforman un microcosmos geológico en el Mare Serenitatis. Lo llamativo es que, vistos en mapas y fotografías, los satélites A, B, F y G parecen dibujar una línea, una alineación que, al ojo humano, evoca una cadena de cráteres.



Fig.1.- Mare Serenitatis y la región del cráter Linne y sus cráteres satélites alineados.  Telescopio Refractor de 150mm diafragmado a 100mm en fecha: 2024-06-15 a horas 23:20 UT con una s=7/10 y una t=5/6, cámara monocroma zwo 178

 

¿Qué es una catena lunar?

En la nomenclatura planetaria, una catena es una cadena de cráteres dispuestos linealmente. Existen dos principales mecanismos de formación:

  1. Impactos secundarios en cadena: Cuando un gran impacto expulsa bloques de roca, estos caen en secuencia y generan múltiples cráteres alineados. Ejemplos clásicos son la Catena Davy o la Catena Abulfeda.
  2. Colapso tectónico o volcánico: Grietas o fallas en la corteza lunar que colapsan, formando hileras de depresiones.

Las catenae lunares están oficialmente nombradas y reconocidas por la IAU. Sin embargo, ninguna cartografía oficial ha registrado hasta hoy una “Catena Linné”.

Esto nos lleva a preguntarnos: ¿la alineación de Linné A, B, F, G y H es real o es un efecto visual?

La geometría esférica y la ilusión de la alineación

La superficie lunar es esférica, lo que significa que cualquier alineación aparente puede estar sujeta a distorsión por proyección. Una línea recta sobre la superficie curva de la Luna no necesariamente se percibe recta cuando se proyecta en un mapa plano o en imágenes telescópicas.

Si trazamos una recta sobre un globo terráqueo, lo que en realidad obtenemos es un arco de círculo máximo. Por ello, para confirmar una alineación es necesario trabajar con coordenadas selenográficas de cada cráter y comprobar si, en efecto, todos ellos se encuentran cercanos a una misma curva máxima.

Algunos estudios independientes realizados con LROC QuickMap indican que A, B, F y G están efectivamente próximos a una línea común, aunque con leves desviaciones que podrían explicarse por azar estadístico o por la curvatura del terreno. H, en cambio, se desvía más claramente, por lo que su pertenencia a la supuesta catena es más discutible.

¿Azar o estructura?

La posibilidad de que esta alineación sea producto del azar es alta. El Mare Serenitatis está plagado de pequeños cráteres secundarios, y es natural que algunos de ellos, por simple estadística, se dispongan en patrones que evocan linealidad.

Sin embargo, no debe descartarse que:

  • Podrían ser impactos secundarios de un evento mayor, cuyas trayectorias resultaron en una alineación aproximada.
  • La tectónica del Serenitatis pudo haber jugado un papel: grietas radiales asociadas al gran impacto que formó la cuenca de Serenitatis podrían haber guiado la disposición de los impactos.
  • También existe la posibilidad de una alineación ilusoria producida por nuestra percepción visual, acentuada por el contraste de sombras y la cartografía bidimensional.

Linné como centro de interés

Lo fascinante de esta posible catena es que se encuentra alrededor de uno de los cráteres más carismáticos de la Luna. Linné no solo es un cráter joven y brillante, sino también un símbolo de los debates sobre la supuesta variabilidad lunar. Su entorno es, por tanto, un terreno fértil para la imaginación y la curiosidad.

¿No sería poético que junto a un cráter famoso por su “desaparición” hubiera también una alineación de cráteres aparentemente oculta a la nomenclatura oficial?

Comparación con otras catenae

Al contrastar la alineación de los satélites de Linné con catenae bien documentadas, como Catena Davy, encontramos diferencias notables:

  • Las catenae auténticas suelen estar compuestas por decenas de cráteres, no solo cinco.
  • Sus diámetros tienden a disminuir progresivamente en una dirección.
  • Su origen está bien asociado a impactos mayores.

La supuesta Linné Catena, en cambio, es corta, formada por solo unos pocos cráteres y sin una gradación clara de tamaños. Esto hace pensar que, más que una catena en sentido estricto, podría ser una alineación parcial interesante, pero insuficiente para clasificarla formalmente.

El valor para la astronomía amateur

Más allá de su posible clasificación oficial, la observación de esta alineación representa un desafío estimulante para los astrónomos aficionados. Con telescopios de mediana apertura (15–20 cm), bajo iluminación rasante, es posible distinguir los pequeños satélites y trazar mentalmente la línea que los une.

Proyectos de observación colectiva podrían dedicarse a:

  1. Fotografiar la región con diferentes fases lunares para evaluar la percepción de la alineación.
  2. Medir posiciones relativas con software de cartografía lunar y comparar con modelos esféricos.
  3. Discutir hipótesis en comunidades de observadores, aportando datos a la ciencia ciudadana.

De esta manera, aunque no exista aún una “Catena Linné” oficial, sí podría convertirse en una referencia dentro de la astronomía amateur, un ejemplo de cómo la curiosidad nos lleva a reinterpretar lo ya cartografiado.

Conclusiones

La supuesta “Linné Catena” es, hasta ahora, una hipótesis atractiva y evocadora: un puñado de cráteres satélite que parecen alinearse en el Mare Serenitatis, junto al célebre cráter Linné.

Si bien la evidencia geométrica no es concluyente y no existen estudios formales que respalden su existencia como catena auténtica, la observación de esta alineación invita a reflexionar sobre los procesos que moldean la Luna y sobre cómo la percepción humana encuentra patrones en el caos aparente.

El cráter Linné, con su halo brillante y su historia de anécdotas, se convierte así en el centro de un nuevo relato: el de una cadena de cráteres que podría o no existir, pero que sin duda enriquece la experiencia de quienes apuntan sus telescopios hacia el Mare Serenitatis.

Palabras finales

Quizá, dentro de algunos años, nuevas investigaciones o análisis estadísticos permitan aclarar si la alineación de Linné A, B, F, G y H merece ser reconocida como una catena. Mientras tanto, podemos seguir observando, fotografiando y soñando con ella. La Luna, como siempre, nos devuelve tanto misterio como el que nosotros queramos proyectarle.

En definitiva, la posible “Linné Catena” es un ejemplo perfecto de cómo la astronomía amateur puede enriquecer la mirada sobre lo ya conocido y abrir nuevas preguntas. Tal vez, en esa aparente línea de cráteres pequeños, no se esconda un proceso geológico trascendental, pero sí se revela el espíritu humano de buscar orden, sentido y belleza en el cielo.

Bibliografía

1.      Virtual Moon Atlas.

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