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lunes, 26 de agosto de 2019

CRÓNICAS LUNARES EN LAS MONTAÑAS DE OTRO MUNDO. LA AVENTURA DE APOLO 15.



Publicado en Diario Uno de Paraná el domingo 25 de agosto de 2019.
Alberto Anunziato (Sociedad Lunar Argentina)

La misión Apolo 14 reforzó la confianza deteriorada del público estadounidense con el programa de exploración espacial luego del casi desastre del Apolo 13. El programa preveía que a partir de la misión n° 15 las actividades científicas en la superficie lunar se ampliarían: los astronautas pasarían tres noches en la Luna (en lugar de 1) con un traje espacial mejorado que permitía 7 horas de actividad en cada salida (en lugar de las 4 de las misiones anteriores). Además contarían con una especie de “automóvil lunar”, el Lunar Roving Vehicle, que aumentaba enormemente su movilidad y permitía acceder a diferentes sitios en cada salida del módulo lunar. Con un poco más de osadía que en las misiones anteriores, los estrictos criterios de selección de los sitios de alunizaje, hasta ese momento pensados en base a la seguridad de los astronautas, se relajaron para permitir la llegada a un sitio considerado de importancia científica. El lugar elegido fue probablemente el más espectacular y sublimemente hermoso de los sitios de alunizaje: las altas montañas de los Apeninos lunares y la Rima Hadley, una especie de hondanada como un cañón con forma de serpiente. Montañas y abismos. Se tomaron riesgos. Lo escarpado del terreno necesitaba un vuelo de acercamiento del módulo lunar mucho más inclinado y abrupto que los anteriores para descender entre dos montañas. Y para mayor complicación en un sitio que no había sido cartografiado con tanto detalle por las sondas Lunar Orbiter, por cuanto no estaba entre los sitios considerados prioritarios. Viajaban a una terra incognita. Para tornar más emocionante el viaje, la tripulación era comandada por Dave Scott, una de las personalidades más interesantes del Programa Apolo. Scott combinaba la sangre fría del piloto de elite con un genuino interés por las ciencias y la filosofía, no muy común entre sus compañeros astronautas. De Apolo 15 vinieron las imágenes más espectaculares de la exploración lunar y además fue un ejemplo perfecto de estrecha colaboración entre astronautas y científicos. Se agregó al personal de comunicación del Centro Espacial a un geólogo que dirigía remotamente las actividades de campo de los astronautas. Tanto Allen como Scott estaban maravillados con su labor como geólogos de campo. De las 67 horas que pasaron en la Luna, casi 19 las pasaron explorando. Sus descripciones de lo que observaban visualmente y su iniciativa en la selección de los materiales que recogían fueron fundamentales. Los científicos en Tierra manejaban remotamente la cámara del rover lunar, por lo que la interacción con los astronautas se daba casi como si estuvieran juntos en la Luna. Uno de los resultados fue el hallazgo de una roca perteneciente a la primigenia corteza lunar (la “Genesis Rock”, de la que hablaremos en otra “Crónica Lunar”). Como emocionante final de la misión, Scott realizó la comprobación del famoso (y apócrifo) experimento de Galileo en la Torre de Pisa. Dice la leyenda que Galileo habría dejado caer una pluma y una bala de cañón para comprobar que dos cuerpos en caída libre lo hacen a la misma velocidad sin importar su peso. Pero no lo hizo en realidad, y no podría haber obtenido ese resultado por la resistencia de la atmósfera (lo hizo en realidad con esferas cayendo en diversos planos inclinados). Pero Scott si pudo recrear el experimento legendario en la superficie sin atmósfera de la Luna, con una pluma y un martillo. Y ambos cayeron a la misma velocidad, para delicia de estudiantes y profesores. Un final emocionante para una gran misión.

Crónicas Lunares es una de las actividades de la Sociedad Lunar Argentina, una asociación astronómica que se propone difundir la observación lunar y los estudios relacionados con nuestro satélite. Los que quieran enterarse de las actividades de esta asociación, que tiene sede en Santa Fe y Paraná, pueden ingresar a su página de Facebook (Sociedad Lunar Argentina) o bien contactarse con el email sociedadlunarargentina@ gmail.com ARROBA   

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