Traducción
del texto aparecido en la edición de “The Lunar Observer” del mes de junio 2021
Mons
Rumker cerca del terminador es un espléndido paisaje para admirar, pero muy
difícil de dibujar. Es una elevación extremadamente complicada para poder
registrar todos los detalles. Por eso es
que decidí que tendría más interés registrar con más detalle otras zonas que
pudieran ser menos conocidas. Y lo que surgía muy ostensiblemente eran 3 dorsa
claramente asociados con tres pequeños cráteres. La relación entre dorsa y
cráteres me ha siempre intrigado. Ya Elger había notado la relación: “Es una
peculiaridad sugestiva de muchos de los dorsa lunares, tanto en maria como en
otros lugares, el que generalmente se encuentran asociadas con cráteres de
todos los tamaños. Las ilustraciones de este hecho ocurren en casi todas
partes. Con frecuencia se encuentran pequeños cráteres en las cumbres de estas
elevaciones, pero más a menudo en sus flancos y cerca de su base. Cuando una
cresta cambia repentinamente de dirección, un cráter de cierta prominencia
generalmente marca el punto, a menudo formando un nodo, o lugar de cruce de otros
dorsa, que así parecen irradiar desde él como un centro”. Hay que tener en
cuenta que el libro de Elger pertenece a la época en que la mayoría de los
astrónomos atribuía un origen volcánico a los cráteres lunares, por lo que la
relación espacial entre cráteres y dorsa que marca el autor parece sugerir que
los cráteres serían geológicamente anteriores, y habrían dado origen, a los dorsa.
Ahora sabemos que la relación entre cráteres y dorsa, que todo observador
conoce, no es casual, puede ser un cráter impactando sobre un dorsum o bien un dorsum
deformando un cráter preexistente. Pero es bastante común observar un dorsum
que parece terminar en un cráter o que cambia de dirección al llegar a un
cráter. Esta zona del Oceanus Procellarum está particularmente marcada por dorsa
ridges que corren concéntricos en dirección norte-sur, como se puede observar
en la carta nº 8 del Atlas de Rükl (más específicamente entre los 39º y 37º
Norte y 62º y 56º oeste). Los cráteres que observamos son, de norte a sur,
Rumker E (7 km de diámetro), Rumker F (5 km de diámetro) y Naumann B (10 km de
diámetro). Los dorsa son proporcionales al tamaño de los cráteres, cuanto más
grande es el cráter más brillante es el dorsum y más sombra proyecta. Naumann B
se sitúa en el centro de un dorsum que parece ensancharse a su alrededor, el
más brillante de los tres y el que proyecta sombras más oscuras, especialmente
hacia el oeste. El dorsum que parece terminar en Rumker E no es tan brillante y
proyecta sombra solamente hacia el oeste y bastante menos oscura que el
primero. El dorsum que parece terminar en Rumker F tiene un brillo muy leve y
una muy difusa sombra. El lector puede encontrar un paisaje muy parecido al que
presentamos en la Plate 56 del Atlas Lunar de la misión japonesa Kaguya (famosa
por la belleza de sus imágenes). Esa imagen muestra un intrincado conjunto de dorsa
ubicado un poco más al norte de los que vemos en nuestro dibujo (aunque
incluidos en la misma Carta 8 del Atlas de Rükl). Un paisaje singular en una
imagen interesante, pocas imágenes obtenidas en órbita lunar muestran con ese
grado de detalle dorsa, lo que es muy útil para comprender cuan engañosa es la
supuesta monotonía de las superficies lisas de los maria, en realidad repletas
de pequeñas elevaciones que fugazmente observamos cuando la iluminación oblicua
cerca del terminador lo permite.
Referencias:
Elger,
Thomas G. (1895), The Moon, George Philip & son, London, (disponible en: https://archive.org/details/moonfulldescript00elgerich
)
Motomaro,
Shirao-Wood, Charles (2011). The Kaguya Lunar Atlas, Springer, New York.
Rükl.
Antonin (2004), Atlas of the Moon, Sky Publishing, Cambridge.
Name and location of observer:
Alberto Anunziato (Paraná, Argentina).
Name of feature: Naumann B
Date and time (UT) of
observation: 04-25-2021 00.05 to 00.35
Size and type of telescope
used:
Magnification: 154X
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