FRANCISCO ALSINA
CARDINALLI Y ALBERTO ANUNZIATO
TRADUCCIÓN DEL TEXTO APARECIDO
EN LA EDICIÓN DE AGOSTO DE “THE LUNAR OBSERVER”
Esta
imagen nos muestra un aspecto inusual del famoso trío formado por tres cráteres
de distinto periodos geológicos.
Arzachel, Alphonsus y Ptolomaeus (IMAGEN 1). Bien, también son muy
diferentes entre sí cuando los vemos en el borde mismo del terminador. Arzachel
es un pozo oscuro, solamente su pico central se ve brillante. Alphonsus, en
cambio, muestra un pico central muy brillante y una zona curiosamente
iluminada, que se corresponde con la “topografía ligeramente elevada” que
mencionan Anthony Cook y Raffaelo Lena en “Emergence of low relief terrain from
shadow: an explanation for some TLP”, crestas y colinas brillantes que producen
un “efecto brillante con la iluminación del Sol naciente”. En la 2020 ALPO
Conference mencionamos este curioso efecto cerca del pico central de Alphonsus
como ejemplo de “zonas brillantes de corta duración en la Luna”, zonas de que
se muestran muy brillantes cerca del terminador y aparecen como relieve plano
con luz frontal.
Este fue inicialmente el motivo por el que me detuve en esta imagen: coincidía
exactamente con las imágenes de Alphonsus usadas por los autores del texto
citado. Sigamos con el tercer integrante del trío, Ptolemaeus. En la IMAGEN 1
vemos que su suelo aparece completamente distinto al suelo totalmente liso que
solemos ver en Ptolemaeus. Como dice Charles Wood “cuando el Sol está bajo
comienza la acción real, todo tipo de “platillos” playos, u hoquedades, típicamente
de unos entre 5 y 10 kilómetros de diámetro, se hacen visibles” (páginas
136/137). Fue precisamente reuniendo imágenes para el Focus On del mes pasado,
que cubrió los lugares 71 a 80 del listado Lunar 100 de Charles Wood, que
descubrimos estos extraños accidentes lunares, representados por Ptolemaeus B
(Lunar 75), el más conspicuo de todos.
En
la IMAGEN 2, ampliación de la IMAGEN 1 levemente modificada para realzar el
contraste, vemos lo que Thomas Elger señaló hace muchos años: “es
principalmente notable por el número de grandes huecos en forma de platillo que
se revelan en su superficie bajo un sol bajo. Se encuentran principalmente en
el cuarto occidental del suelo. Algunos de ellos parecen tener bordes muy
leves, y en dos o tres casos se pueden detectar pequeños cráteres dentro de
ellos. Debido a su poca profundidad, son muy evanescentes y solo se pueden
vislumbrar durante una hora aproximadamente al amanecer o al atardecer”(páginas 93/94). Dice Wood: “en una hora
o en lo que tarda el terminador en recorrer el suelo de Ptolemaeus, parecen
aparecer platillos adicionales de la nada y luego desaparecen rápidamente. El
campeón de los platillos parece haber sido Wilkins, el infatigable cartógrafo
británico de la Luna. Su gráfico de 1955 muestra más de dos docenas de
platillos como anillos discontinuos. ¿Cuántos puedes ver?" (páginas
136/137). En la IMAGEN 2 pude contar 14 (IMAGEN 3), aunque no estoy
completamente seguro de haber descubierto todos y quizás confundí un cratercillo
con un platillo. Pero sí conozco alguien que contó más hoquedades en el suelo
de Ptolemaeus, y es un viejo amigo de ALPO. En la Sixth ALPO Convention (San
Jose-California), 24 de agosto de 1960, Alika K. Herring leyó el paper
`“Saucers” in Ptolemaeus’, publicada en el Volumen 15 (números 3-4, marzo-abril
de 1961) de “The Strolling Astronomer”. Herring contó 100 platillos en
Ptolemaeus, como vemos en la IMAGEN 4, que es el mapa que acompaña al muy
interesante artículo. Herring señala como características de los “saucers”: “con
pocas excepciones, no tienen bordes, tienen una forma aproximadamente circular
y tan poca profundidad que la luz del sol debe ser casi rasante para
resaltarlos ... tan poca es su profundidad que un observador podría estar
situado en el centro de uno de ellos y no tener absolutamente ninguna idea del
hecho; incluso es muy posible que algunos de nuestros futuros astronautas
puedan aterrizar sus cohetes lunares en medio de un platillo y desconocer por
completo su existencia”. Respecto a su origen, sostiene que: “Estas
diminutas irregularidades solo pudieron haber sido causadas por corrientes de
convección en el material fundido que persistieron hasta el momento real de
solidificación”, mientras que Wood sostiene que no están cubiertos por lava
(que sería oscura, mientras el suelo de Ptolemaeus es más bien brillante), sino
que son cráteres cubiertos por el material brillante de las tierras altas
(eyecta de Imbrium) que cubre el suelo de Ptolemaeus”. Estas hoquedades, continúa Herring, se limitan “a los
cráteres del tipo llanura amurallada con suelos oscuros como el material de los
maría que son relativamente lisos y con pocos detalles” y cita como
ejemplos de cráteres con “saucers” a Plato, Archimedes y Fracastorius, Wood
cita además a Albategnius, cráter muy cercano a Ptolemaus. Suena como una
misión divertida encontrar “platillos” en estos cráteres.
Name and location of observer: Francisco Alsina Cardinalli (Oro Verde,
Argentina).
Name of feature: Alphonsus.
Date and time (UT) of observation: 10-09-2016-00:25.
Size and type of telescope used: 279mm SCT
(Celestron 11" Edge HD)
Medium employed (for photos and electronic images):
QHY5-II.
REFERENCES
Elger, Thomas G. (1895),
The Moon. A full description and a map of its principal physical features,
George Philip & son, London, (disponible en: https://archive.org/details/moonfulldescript00elgerich
)
Lena,
Raffaello y Cook, Anthony (2004), Emergence of low relief terrain from shadow:
an explanation for some TLP, The Journal
of the British Astronomical Association (114:136-139).
Herring,
Alika (1961), “Saucers” in Ptolemaeus, The Strolling Astronomer (15. 3-4:62-64)
(disponible en: http://alpo-astronomy.org/gallery3/index.php/Publications-Section/ALPO-Journals/DJALPO-Volume-15/DJALPO-Vol_-15-Nos_-3-4-April-1961)
Wood, Charles A. (2003),
The modern Moon. A personal view, Sky and Telescope, Cambridge.
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