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martes, 17 de septiembre de 2024

BAJADA DEL DIABLO Y GRUITHUISEN’S MOB: ¿CÚMULOS DE CRÁTERES PARALELOS EN LA PATAGONIA Y LA LUNA?




 

Traducción del texto aparecido en la edición de julio 2024 de The Lunar Observer

Hace un tiempo comentaba en un blog sobre cometas la existencia de un campo de cráteres de impacto en la provincia de Chubut, en la Patagonia, de mi país Argentina, presumiblemente de origen cometario (IMAGE 1). Y me preguntaba si había algún accidente selenográfico similar, como lo hay en Marte (Ma’adim Vallis, IMAGE 2). Y leyendo el estupendo artículo de Scott Smith “Quick study of the Gruithuisen region (south of Mons Delta)” en la edición de julio de The Lunar Observer encontré lo que se conoce con el nombre no oficial de “Gruithuisen's Mob” (según https://the-moon.us/wiki/Gruithuisen ), que vemos en IMAGE 3 (LRO QUICKMAP) y se encuentra al norte del cráter Gruithuisen.  Charles Wood caracteriza a este cúmulo como “un conjunto compacto de cráteres secundarios. La mayoría de ellos no se superponen y cada uno de ellos se parece mucho a un impacto primario. Solo al observar el conjunto sabemos que deben haberse formado a partir de un conjunto de escombros ligeramente desagregado. ¿Cuántos cráteres secundarios confundimos con primarios? (https://www.lpod.org/wiki/March_10,_2013 ). Ahora veamos IMAGE 2. Pertenece al texto “A very unusual cluster of multiple small impact craters probably created  by the impact of a Split cometary nucleus in Patagonia.  Bajada del Diablo craters field, Chubut, Argentina: the impact of a small split comet?”, que puede leerse aquí:  https://ri.conicet.gov.ar/handle/11336/119487?show=full . Tienen cierto parecido. Déjenme contarles algunos datos sobre esta maravilla poco conocida. Bajada del Diablo (S42º 45’, W 67º 30’) es un campo de cráteres que en algún momento del Pleistoceno Medio (780.000 a 130.000 años atrás), se formaron simultáneamente, fueron unos 550 cráteres de impacto de menos de 400 metros de diámetro dentro de un área de 480 kilómetros cuadrados. Hoy, luego de tantos milenios de erosión, son distinguibles unos 200 cráteres. Lo que hace únicos a los cráteres de Bajada del Diablo es que no existe un patrón elíptico de distribución de los impactos, que es el patrón típico de los impactos relacionados con la fragmentación en la atmósfera de un meteorito. Lo que implica que la fragmentación de los fragmentos que impactaron en Bajada del Diablo se produjo antes de entrar en la atmósfera terrestre. En el sitio no se encontraron fragmentos meteoríticos en la zona, lo que implicaría la probabilidad de que el cuerpo de origen fuera un cometa, o quizás un asteroide muy poco cohesionado.  Los cráteres no forman una cadena entre sí, si bien tienen paredes levantadas (y los mantos de eyecciones de los cráteres más grandes indican un impacto un tanto oblicuo desde el suroeste), lo que lo distingue de las cadenas de cráteres que se observan en la Luna y otros cuerpos del sistema solar, formadas por fragmentos de un cuerpo que ingresaron unidos a la atmósfera. Del número de cráteres y su tamaño se ha deducido que el núcleo del cometa tendría unos 200 metros de diámetro.

¿Ambos cúmulos de cráteres se formaron por la misma causa? ¿Es válida la comparación? A simple vista parecen bastante similares: no forman una cadena ni tampoco se dispersan en una zona elíptica. La zona de dispersión del cúmulo de cráteres de Bajada del Diablo es más amplia (480 kilómetros cuadrados contra unos 250 kilómetros cuadrados aproximadamente de Gruithuisen Mob). La diferencia más importante es que algunos de los cráteres del cúmulo lunar se solapan entre sí, no todos están separados entre sí (de ahí la explicación de Woods como cráteres secundarios inusuales), como sí están separados los de Bajada del Diablo, que han impactado en caída libre, como lo hacen  los fragmentos más pequeños de un meteorito en la Tierra. Ambos cúmulos de cráteres son una rareza. Es extraño pensar en un objeto que ingrese a la densa atmósfera terrestre y se fragmente en tantas piezas como Bajada del Diablo y que esas piezas generen tantos impactos significativos (la mayoría de los cráteres están en el rango entre 200 y 300 metros de diámetro). También es extraño que no haya tantos cúmulos de cráteres en la Luna similares a la IMAGE 3, provenientes de cuerpos que puedan fragmentarse por la no tan fuerte gravedad lunar. Es verdad que a veces se pueden observar cúmulos de cráteres similares, que parecen contemporáneos y no fruto de impactos al azar, pero siempre son en zonas muchísimo más reducidas (y no son tantos como los de Gruihuisen Mob).  

Quizás me excedí en la analogía, pero quería compartir esta curiosa formación en mi país, Argentina, ya bastante fecundo en cráteres y meteoritos. Hace unos años mencionamos en esta misma revista (octubre 2019) los cráteres oblicuos de Rio Cuarto, los primeros de este tipo en ser descubiertos en la Tierra (comparándolos con Rheita E). Y Argentina cuenta con una maravilla llamada “Campo del Cielo”, en la Provincia del Chaco, en la que hace 4000 años cayeron unas 900 toneladas provenientes de un meteorito metálico, en centenares de fragmentos, entre los que se encuentran el tercer y cuarto meteoritos más grandes del mundo.

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