Traducción del texto aparecido en
la edición de julio 2024 de The Lunar Observer
Hace un tiempo comentaba en un
blog sobre cometas la existencia de un campo de cráteres de impacto en la
provincia de Chubut, en la Patagonia, de mi país Argentina, presumiblemente de
origen cometario (IMAGE 1). Y me preguntaba si había algún accidente
selenográfico similar, como lo hay en Marte (Ma’adim Vallis, IMAGE 2). Y leyendo el estupendo
artículo de Scott Smith “Quick study of the Gruithuisen region (south of Mons
Delta)” en la edición de julio de The Lunar Observer encontré lo que se conoce
con el nombre no oficial de “Gruithuisen's Mob” (según https://the-moon.us/wiki/Gruithuisen ), que vemos en IMAGE 3 (LRO
QUICKMAP) y se encuentra al norte del cráter Gruithuisen. Charles Wood caracteriza a este cúmulo como “un
conjunto compacto de cráteres secundarios. La mayoría de ellos no se superponen
y cada uno de ellos se parece mucho a un impacto primario. Solo al observar el
conjunto sabemos que deben haberse formado a partir de un conjunto de escombros
ligeramente desagregado. ¿Cuántos cráteres secundarios confundimos con
primarios? (https://www.lpod.org/wiki/March_10,_2013 ). Ahora veamos IMAGE 2.
Pertenece al texto “A very unusual cluster of multiple small impact craters
probably created by the impact of a
Split cometary nucleus in Patagonia.
Bajada del Diablo craters field, Chubut, Argentina: the impact of a
small split comet?”, que puede leerse aquí:
https://ri.conicet.gov.ar/handle/11336/119487?show=full . Tienen cierto parecido. Déjenme
contarles algunos datos sobre esta maravilla poco conocida. Bajada del Diablo (S42º 45’, W 67º 30’) es un campo de
cráteres que en algún momento del Pleistoceno Medio (780.000 a 130.000 años
atrás), se formaron simultáneamente, fueron unos 550 cráteres de impacto de
menos de 400 metros de diámetro dentro de un área de 480 kilómetros cuadrados.
Hoy, luego de tantos milenios de erosión, son distinguibles unos 200 cráteres.
Lo que hace únicos a los cráteres de Bajada del Diablo es que no existe un
patrón elíptico de distribución de los impactos, que es el patrón típico de los
impactos relacionados con la fragmentación en la atmósfera de un meteorito. Lo
que implica que la fragmentación de los fragmentos que impactaron en Bajada del
Diablo se produjo antes de entrar en la atmósfera terrestre. En el sitio no se
encontraron fragmentos meteoríticos en la zona, lo que implicaría la
probabilidad de que el cuerpo de origen fuera un cometa, o quizás un asteroide
muy poco cohesionado. Los cráteres no
forman una cadena entre sí, si bien tienen paredes levantadas (y los mantos de
eyecciones de los cráteres más grandes indican un impacto un tanto oblicuo
desde el suroeste), lo que lo distingue de las cadenas de cráteres que se
observan en la Luna y otros cuerpos del sistema solar, formadas por fragmentos
de un cuerpo que ingresaron unidos a la atmósfera. Del número de cráteres y su
tamaño se ha deducido que el núcleo del cometa tendría unos 200 metros de
diámetro.
¿Ambos cúmulos de cráteres se formaron por la misma
causa? ¿Es válida la comparación? A simple vista parecen bastante similares: no
forman una cadena ni tampoco se dispersan en una zona elíptica. La zona de
dispersión del cúmulo de cráteres de Bajada del Diablo es más amplia (480
kilómetros cuadrados contra unos 250 kilómetros cuadrados aproximadamente de
Gruithuisen Mob). La diferencia más importante es que algunos de los cráteres
del cúmulo lunar se solapan entre sí, no todos están separados entre sí (de ahí
la explicación de Woods como cráteres secundarios inusuales), como sí están
separados los de Bajada del Diablo, que han impactado en caída libre, como lo
hacen los fragmentos más pequeños de un
meteorito en la Tierra. Ambos cúmulos de cráteres son una rareza. Es extraño
pensar en un objeto que ingrese a la densa atmósfera terrestre y se fragmente
en tantas piezas como Bajada del Diablo y que esas piezas generen tantos
impactos significativos (la mayoría de los cráteres están en el rango entre 200
y 300 metros de diámetro). También es extraño que no haya tantos cúmulos de
cráteres en la Luna similares a la IMAGE 3, provenientes de cuerpos que puedan
fragmentarse por la no tan fuerte gravedad lunar. Es verdad que a veces se
pueden observar cúmulos de cráteres similares, que parecen contemporáneos y no
fruto de impactos al azar, pero siempre son en zonas muchísimo más reducidas (y
no son tantos como los de Gruihuisen Mob).
Quizás me excedí en la analogía, pero quería compartir
esta curiosa formación en mi país, Argentina, ya bastante fecundo en cráteres y
meteoritos. Hace unos años mencionamos en esta misma revista (octubre 2019) los
cráteres oblicuos de Rio Cuarto, los primeros de este tipo en ser descubiertos
en la Tierra (comparándolos con Rheita E). Y Argentina cuenta con una maravilla
llamada “Campo del Cielo”, en la Provincia del Chaco, en la que hace 4000 años
cayeron unas 900 toneladas provenientes de un meteorito metálico, en centenares
de fragmentos, entre los que se encuentran el tercer y cuarto meteoritos más
grandes del mundo.
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