Cuando no hay oportunidades para
observar, increíblemente hace más de dos meses que no puedo observar, hay que
remontarse a meses en los que las observaciones fueron tantas que quedaron
sketchs en el diario de observación. Este fue el caso de una antigua
observación, motivada por el contraste entre dos cráteres superpuestos, uno en
sombras y otro no, uno antiguo y degradado y otro mucho más reciente, en una
zona en la que no es frecuente observar detalles con un telescopio pequeño como
el mío: la parte norte del limbo oeste. El cráter al este es Pythagoras (130
kilómetros de diámetro), un cráter similar a Copernicus, pero difícil de
apreciar por su ubicación. La comparación se la debemos a Peter Grego
(The Moon and how to observe it, page 157): “Pythagoras es un poco más grande que Copernicus,
pero son cráteres de aspecto notablemente similar cuando se ven desde arriba.
Al igual que Copernicus, Pythagoras tiene un borde festoneado, amplios muros
con intrincadas capas de terrazas y un suelo montañoso (más montañoso en el
sur), del que sobresale un grupo de montañas centrales. Debido a que el cráter
ha sido tallado en la corteza de las tierras altas, la estructura de impacto
externo que se ve tan claramente en las cercanías de Copernicus generalmente
está ausente de los alrededores de Pythagoras”. Pythagoras es profundo como
Copernicus y por eso su interior está inundado de sombras, salvo por el pico
central (más bien, el pico central más alto), y se percibe el escalonamiento,
aunque poco pronunciado, en la diferencia de brillo de la pared oeste (en
nuestra imagen representamos con líneas las zonas brillantes, pues es
dificultoso indicar prolijamente las diferencias de brillo). Lo que se percibía
intuitivamente, que estábamos o en zona de libración o bien en su borde, lo
confirma el maravilloso libro que acabamos de citar: “Pythagoras se encuentra
justo fuera de la zona de libración, y aunque nunca desaparece por completo más
allá del limbo noroeste, una libración desfavorable hará que parezca
extremadamente en escorzo. Con una libración y un ángulo de iluminación
favorables, los observadores pueden obtener al menos una idea de cuán grandioso
es realmente este cráter, ya que la pared noroeste escalonada brilla más allá
de las montañas centrales que se ven de perfil una contra la otra. Así debe
verse el interior de Copernicus visto desde un ángulo bajo”. Como Anaxágoras,
un poco más al este; Pythagoras es un cráter espléndido con mala suerte: “nadie
que lo observe deja de lamentar que no esté más cerca del centro del disco, ya
que entonces sin duda se ubicaría entre los objetos más imponentes de su clase.
Incluso con todas las desventajas de la posición, es, con mucho, la formación
más llamativa del vecindario”, como dice Thomas Elger en The Moon (page 91). Por contraste con una maravilla como Pythagoras,
Babbage, aunque más grande (144 kilómetros de diámetro), empalidece. Antiguo,
degradado y, por ello, de poca profundidad, su interior parece la descripción
antigua de un cráter grande: “a walled plain”. Por supuesto, no hay siquiera
rastros de pico central, pero su monotonía se ve compensado con dos cráteres
enormes en su interior: Babbage A (26 kilómetros de diámetro) y Babbage C (14
kilómetros de diámetro). Sus paredes son monótonas y bajas y con la iluminación
rasante se confunden con la pared oeste de Pythagoras. Elger lo califica de “gran
objeto telescópico al amanecer, el interior está atravesado por una serie de
marcas transversales que representan crestas” (página 87), no vimos las marcas pero sí los detalles de la pared oeste,
como entrantes en el interior del cráter, más elevadas que el resto (ya que
proyectan sombra), a las que se refiere como “el curioso detalle en la pared
oeste que también merece un examen en esta fase”.
Name
and location of observer: Alberto Anunziato (Paraná, Argentina).
Name
of feature: BABBAGE/PYTHAGORAS.
Date
and time (UT) of observation: 10-09-2022-04.10-04.25.
Size
and type of telescope used: 105 mm. Maksutov-Cassegrain (Meade EX
105) .
Magnification: 154X
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