Buscar este blog

viernes, 31 de enero de 2025

EL MAPA DEL SUELO DE ARCHIMEDES EN 1880 Y AHORA: RAYOS BRILLANTES, CRATERLETS Y UN PEQUEÑO DORSUM

 


TRADUCCIÓN DEL TEXTO APARECIDO EN EL NÚMERO DE DICIEMBRE DE 2024 EN “THE LUNAR OBSERVER”

En la edición del mes pasado de nuestra revista apareció el dossier sobre Archimedes, Autolycus y Aristillus en la Sección Focus On, en la que se hacía referencia a que la uniformidad del suelo de Archimedes parece ser engañosa y sería un objetivo fascinante para una investigación, y al libro de Thomas Elger “The Moon”, en el que se refiere que a fines del siglo XIX era un tema fascinante: “Las características más notables en relación con esta formación son los conos de cráter, cráteres pequeños, fosas, manchas blancas y bandas claras que aparecen en el interior por lo demás liso. El Sr. T. P. Gray, F.K.A.S., de Bedford, quien, con una asiduidad digna de elogio, ha dedicado más de diez años al examen minucioso de estas características, el Sr. Stanley Williams y otros, han detectado cuatro conos de cráter en la mitad este del suelo, y unos cincuenta cráteres diminutos y manchas blancas, también probablemente respiraderos volcánicos, y una serie muy curiosa e interesante de rayas claras, que en su mayoría atraviesan la formación de este a oeste. Un poco al este del centro hay una zona oval oscura de unas 6 millas de ancho, y al suroeste de ésta hay otra, mucho más pequeña. Bajo ciertas condiciones de iluminación, las dos marcas brillantesprincipales pueden rastrearse sobre la pared oeste y a cierta distancia en la llanura más allá”.

Las particularidades de la apariencia del suelo de Archimedes se prestan para un análisis de los rayos brillantes que cruzan su suelo liso cubierto de lava (o al menos se lo ve liso con bastante aumento). Me pareció interesante, como asunto para una pequeña investigación comparativa entre las antiguas observaciones visuales y nuestras modernas imágenes fotográficas. Para eso necesitaba encontrar los autores citados por Elger. Por suerte pude encontrar online un resumen de las observaciones de T. P. Gray en The Astronomical Register en 1880 llamado “The crater Archimedes” (disponible en: https://ui.adsabs.harvard.edu/abs/1880AReg...18R.138G/abstract ), que está encabezado por el mapa que vemos en IMAGE 1, que según el autor es el fruto de 72 observaciones realizadas entre noviembre de 1879 y octubre de 1880, que son comparadas con las observaciones de otros observador (Mr. Knott) en 1860 y 1861. La comparación entre las observaciones de 1860/1861 y de 1879/1880 tiene como objetivo “el propósito de detectar cualquier cambio en la disposición de las marcas” (las citas son todas del texto de Gray). Por “marcas brillantes” o “bandas brillantes” Gray se refiere, en la terminología de la época, a lo que nosotros actualmente llamamos “rayos brillantes”. La búsqueda de cambios en la superficie lunar hoy nos suena extraño, no lo era tanto a finales del siglo XIX, época en que además se desconocía la verdadera naturaleza de las marcas brillantes que hoy sabemos que se corresponden con material eyectado en los impactos que crearon los cráteres más recientes (en el período copernicano). Típico del maravilloso clima de época, de estudios selenográficos amateurs sistemáticos, el estudio del que hablamos analiza comparativamente observaciones separadas 20 años entre sí: “aunque poco cambio, si es que hubo alguno, se detectó en los pequeños cráteres, hay una evidente alteración en las marcas brillantes”, ya veremos cuáles son estas alteraciones, a medida que comparemos las observaciones visuales reportadas en el texto de 1880 con las imágenes de Archimedes que nuestros amigos enviaron para componer la Sección Focus On del mes pasado.

Algunas aclaraciones antes de empezar la comparación. A IMAGE 1 le hemos agregado los puntos cardinales, según la moderna convención (Mare Crisium se encuentra en el limbo este), mientras que en el texto original se usa la antigua convención (que se usó hasta 1961, con Mare Crisium en el oeste), en las citas que de este texto utilizaremos la nomenclatura moderna Las imágenes fotográficas que utilizamos son las que se remitieron, como ya dijimos, para la Sección Focus On del mes pasado, al finalizar indicaremos la autoría y la ubicación en la edición de octubre 2024 de The Lunar Observer. Utilizaremos recortes de dichas imágenes, solamente la parte correspondiente a Archimedes, lo que deberá tenerse en cuenta: son imágenes que no se obtuvieron para registrar el suelo de Archimedes sino un campo mucho más amplio, por lo que al agrandar un detalle pequeño de una imagen más amplia, la resolución es menor. Es interesante como muestran un valor científico estas imágenes, incluso para propósitos distintos a los que tuvieron en mente los autores.

IMAGE 2 es una composición con 4 imágenes de Archimedes recortadas de imágenes enviadas a la Sección Focus On del mes pasado (modificamos un poco el contraste original de cada una para resaltar un poco más las zonas claras del interior del cráter). Como vemos en estas 4 panorámicas, el dibujo de las zonas brillantes parece ser más complicado que el esquema de IMAGE 1. Las características más evidentes son las dos franjas brillantes centrales, que corren de este a oeste. Visualmente recuerdo que con un pequeño telescopio como el mío (Maksutov-Cassegrain de 105 mm) dichas franjas se ven claramente agrandándose cerca de las paredes, especialmente cerca de la pared este.  

Ahora veamos una comparación entre la el mapa del artículo de Gray (IMAGE 1) y la IMAGE 3, que es una vieja imagen fotográfica nuestra y que parece ser bastante similar. Gray inicia su análisis desde la pared sur, con la “banda doble 5”, que no es muy evidente y que “solamente en pocas ocasiones se ha notado su apariencia doble”, en nuestra imagen solo con muchas ganas de verla podríamos identificarla. Siempre hacia el norte, nos encontramos con la “zona sur brillante. Número 1, casi siempre visible y que muestra poca variación, excepto que su extremo este parece generalmente doblarse bruscamente hacia el norte, y su extremo este ha sido ocupado por las rayas curvas 7 y 8”. La franja 1 es bastante más evidente. Lo que no alcanzo a distinguir en nuestra imagen fotográfica son las franjas brillantes 7 y 8 en el borde este, que tampoco eran tan evidentes en el siglo XIX, ya que solamente fueron observadas en las 3 ocasiones “cuando estos objetos dificultosos han sido visibles”. Entre las franjas 1 y 2, que corren de este a oeste, corre la franja 4 de sur a norte. Una vez más, solamente luego de ver el mapa de Grey podemos ubicar la zona allí indicada en la imagen moderna, se encontraría a la izquierda del número 4. Más hacia el norte encontramos “La zona brillante central, franja 2, es, quizás, la característica más interesante del suelo; al igual que la zona S., su extremo E. está muy curvado”. Esta franja central se ve bastante evidentemente, incluidas las dos zonas oscuras en su interior. Más hacia el sur, en el mapa de Gray, encontramos “la franja más estrecha 6, se han hecho dieciocho observaciones de ella, pero rara vez se ha visto el conjunto a primer intento; es un objeto débil y difícil de rastrear, especialmente la mitad oeste”. Bien, es muy difícil de ver, al punto que no estamos seguros de cual sería. En principio sería la línea que corre por arriba del número 6 y termina en el ovalo oscuro en el centro de la franja 2, aunque desde el número 6 parte una franja similar por lo estrecha y por su trazado, aunque parece ser más extensa, su ubicación podría coincidir con “la banda 9, una banda amplia y muy corta, vista en 5 ocasiones”, aunque no se parece en lo más mínimo. Por último, desde la pared norte, en el mapa de Gray surgen dos bandas muy delgadas, identificadas ambas como 3 (norte y sur): “la banda sur 3 es considerablemente más débil que las rayas 1 o 2… la raya norte 3 es más difícil”; quizás las franjas que indicamos con el número 3 serían las franjas norte.

Volviendo al tema de las variaciones, según el texto que citamos extensamente, entre las observaciones de Knott de 1860/1861 y las de Allison y Gray de 1879/1880 las diferencias serían las siguientes: “es evidente que la parte norte del suelo no presenta el mismo aspecto que en 1860. Parece haberse oscurecido (…) surge la pregunta de si este desvanecimiento de la zona brillante norte ha sido repentino o gradual; el siguiente extracto de “La Luna” del Sr. Neison, bajo el título de Arquímedes, parece indicar un período en el que esta franja estaba pasando de su aspecto brillante en 1860 a las marcas estrechas y tenues que son su aspecto actual”. Comparando con las imágenes del Focus On del mes pasado, sintetizadas en la IMAGE 2, no parecen corresponder con el esquema del mapa de Gray (IMAGE 1), incluso las zonas brillantes parecen ser más extensas que en el mapa de 1880. Es obvio que los rayos brillantes cambian, se oscurecen, pero es muy improbable que podamos distinguir el proceso en 20 años. El texto de Gray nada nos dice sobre la estandarización de las observaciones, no tenemos información sobre seeing, por ejemplo. Quizás hay un proceso de simplificación de las observaciones en la forma de un mapa, que luego condiciona las observaciones posteriores. Si bien las imágenes que forman la IMAGE 2 no parecen corresponder con el dibujo de IMAGE 1, la IMAGE 3 si parece ser bastante análoga. La observación de rayos brillantes sigue siendo tan necesaria como en 1880 y es muy difícil el mapeo exacto de las superficies brillantes.

Gray parece considerar como la cuestión más interesante del suelo de Archimedes la de las franjas brillantes, pero hay otras consideraciones sobre esta llanura basáltica limitada por las paredes de Archimedes. En el mapa de Grey aparecen, además de las 11 franjas brillantes que ya hemos analizado, “11 manchas, 6 de las cuales han sido observadas como conos de cráter”, hoy llamaríamos craterlets a los conos de cráter. Obviamente, muchas veces se trata de una cuestión de resolución: una mancha blanca con más resolución termina siendo un craterlet. La comparación que hacemos (IMAGE 4) con una de las panorámicas incluidas en IMAGE 2 muestra, obviamente, muchos más craterlets en la imagen moderna. Resaltamos dos ejemplos de “zonas blancas”. La flecha de la derecha muestra lo que parece ser la zona blanca “l” en el mapa de Gray, una mancha difusa que, sin embargo, parece ser un craterlet: “a veces brumosas y mal definida, a veces brillante y definida”; la flecha de la izquierda de lo que parece sin duda una mancha brillante, indica en el mapa como “a”: “una pequeña mancha blanca oval”.    



Por último, hay un tipo de accidente selenográfico que se les escapó a Gray y otros observadores del siglo XIX: el pequeño dorsum central. Hay otros cráteres con suelos  extensos cubiertos de lava que presentan wrinkle ridges (como Grimaldi), y Archimedes también los tiene, aunque son endiabladamente difíciles de observar. En el artículo de la Sección Focus On del mes pasado hice referencia a lo que parecía ser una cadena de cráteres en el centro de Archimedes, con más tiempo para revisar las imágenes me percaté de mi error: se trata de un minúsculo dorsum, cuya estructurada está formada por 4 segmentos que corren “en escalera”. Es interesante, obviamente, porque es un ejemplo de dorsum pequeño: en vez de un arco único con crestas en su parte superior, pequeños arcos que tienen la misma estructura que tendrían las crestas, en este caso “en escalera” (la otra forma posible es la cresta corriendo por uno de los márgenes del arco). En IMAGE 5 vemos, a la izquierda, el dorsum (que podemos ver por la iluminación oblicua) y a la derecha los dorsa registrados por el Map of Lunar Wrinkle Ridges del  Lunar Reconnaissance Orbiter Quickmap. Los otros 3, cerca de las paredes, deben ser bastante más difíciles de observar, aunque se pueden discernir los 2 cercanos a la pared norte.



Quisiera cerrar con un homenaje al espíritu de los selenógrafos del siglo XIX, que llevaron su amor por la Luna hasta lograr resultados que aumentaron significativamente nuestros conocimientos de nuestro satélite, reproduciendo las palabras finales del texto que tanto hemos citado: “Para concluir, me permito pedir a aquellos señores interesados ​​en el estudio de los rayos de luz que observen, aunque sea de vez en cuando, esta interesantísima formación. Se ha iniciado una nueva serie de observaciones con un mayor número de observadores e instrumentos, con lo que esperamos obtener nuevos conocimientos sobre las marcas de Arquímedes”. Nosotros, caballeros del siglo XXI, seguimos en la búsqueda.

IMAGE 1: Gray, 1880.

IMAGE 2: The Lunar Observer, November 2024:  A:  Rik Hill Image 35, page 53 . B: Ken Vaughan  Image 38, page 57. C: Félix León Image 28, page 49. D: David Teske Image 24, page 47.

IMAGE 3: The Lunar Observer, November 2024, Alberto Anunziato Image 37, page 55.

IMAGE 4: Left: Gray, 1880. Right: The Lunar Observer, November 2024, Ken Vaughan  Image 38, page 57.

lunes, 27 de enero de 2025

NÚMERO ESPECIAL DE "EL MENSAJERO DE LA LUNA": CRÁTER ANAXÁGORAS

 

Amigos de la Sociedad Lunar Argentina;

Compartimos el número 48 de nuestra revista, que es un dossier especial con las contribuciones que se hicieron para la Sección Focus On del mes de enero 2025 en la revista The Lunar Observer, relacionada con el cráter Anaxagoras:

Link para ver y/o descargar:

https://drive.google.com/file/d/1h_s-TcsjG3PSALaFxTlePCfrfyn4AqJT/view?usp=sharing


domingo, 26 de enero de 2025

LA LUNA DESDE FORMOSA

 Una vez más, uno de nuestros observadores más destacados, Raúl Roberto Podestá, envía sus estupendas imágenes para nuestros programas de observación desde el Observatorio Nova Persei II (Formosa, Argentina):








lunes, 20 de enero de 2025

DOS EJEMPLOS DE DORSA EN MARE SERENITATIS

 



TRADUCCIÓN DEL TEXTO APARECIDO EN LA EDICIÓN DE ENERO 2025 DE THE LUNAR OBSERVER

En la noche del 7 de diciembre la iluminación era ideal para observar la intrincada red de dorsa que cruzan en todas las direcciones Mare Serenitatis cerca del terminador. El dorsum más impresionante es sin dudas Dorsa Smirnov (al cual le dedicamos una sección Focus On no hace mucho), y esa espectacularidad opaca los dos dorsa paralelos hacia el oeste: Dorsum Azara y, sobre todo, el dorsum que atraviesa Bessel (que analizamos topográficamente en un número anterior de TLO). Este último se veía espectacular en su majestuosa complejidad, pero me sentía cansado y me pareció que la tarea de registrar sus distintas zonas era demasiado. Me arrepiento de no haberlo dibujado y me propongo ahondar en la estructura de este dorsum en el futuro. Lo cierto es que elegí “una hermana menor”, menos espectacular y más sencilla. El dorsum, también innominado, que aparece en la IMAGEN 1 es el que marcamos en IMAGEN 2 (extraída del Atlas de Antonin Rükl, Chart 24). Me atrajo la grácil levedad del dorsum, que se veía no muy elevado, pero con gran definición. Como sucede en la observación visual de estas pequeñas elevaciones (al menos con telescopios pequeños como el mío), la visión detrás del ocular es más simplificada, tendemos a ver como una sola estructura lo que con más resolución es una estructura compleja de varios segmentos. Parece tener una cresta que corre por el margen sur y que se veía como sin interrupciones, una muy poco brillante banda delgada sobre el borde del arco. Recordemos que los dos elementos topográficos de un dorsum son el inferior, el arco, poco elevado y ancho, con pendientes que suelen ser desiguales: una suave y la otra escarpada, y el superior, la cresta, que es muy fina y mucho más alta y escarpada. La cresta corre por encima del arco en dos posibiles maneras: sobre una de sus pendientes (muchas veces alternando segmentos que corren por pendientes alternas) o en forma de escalera (perpendicular al arco), como segmentos paralelos. Es mucho más fácil para el observador visual distinguir la cresta (un elemento muy estrecho y por ende dificultoso de ver) cuando corre sobre uno de los márgenes. Cuando la cresta corre sobre los márgenes muchas veces suma su altura a la altura del margen más empinado del arco y, además, su sombra se proyecta hacia el exterior, ayudando a la observación. Muy pocas veces he podido observar visualmente detalles de la cresta (que a veces pueden ser captados fotográficamente), generalmente la cresta se percibe como una zona brillante, iluminada por los rayos oblicuos del amanecer o anochecer lunar (los dorsa desaparecen para nosotros con iluminación frontal). En el caso de la IMAGEN 1 la cresta presenta una zona mucho más alta, que visualmente se observa más brillante y proyectando sombra no solamente hacia el exterior (y esta sombra es mucho más pronunciada que la que proyecta el resto de la cresta, más baja) sino también hacia el interior, es decir, hacia la superficie del arco. Es interesante comparar las sombras: la del margen sur, por donde pasa la cresta, una sombra bastante oscura (signo de altura) que se ensancha notoriamente dibujando la forma de la parte más alta de la cresta. Pocas veces se ven sombras en ambos márgenes del arco, como es el caso de la IMAGEN 1, la del margen norte es mucho menos oscura y más sutil, pero el hecho de que se vea puede ser indicio de que ese margen del arco es bastante empinado.




El dorsum de la IMAGEN 1 pertenece al sistema de dorsa concéntricos al centro de Mare Serenitatis, perteneciente al anillo más interior de la cuenca, el de la IMAGEN 3 es un dorsum radial al centro, quizás por ello es muy distinto. Se encuentra en el margen norte, al oeste de Luther, en el borde de las tierras escarpadas al sur de Luther H. Si no fuera porque se encuentra en el catálogo de wrinkle ridges del LROC Quickmap no sería fácil decidir, dada su forma extraña, que se hace más precisa (obviamente) en la imagen fotográfica (IMAGEN 4), que es un detalle de la página 245 (margen inferior izquierdo) del Volume 1 del Photographic Lunar Atlas for Moon Observers de Kwok Pau. Como dijimos anteriormente, la observación visual de dorsa tiende a simplificar la estructura, por lo que en la IMAGEN 3 la zona central podría ser un ensanche enorme del arco, pero la más precisa IMAGEN 4 muestra lo que podría ser dos segmentos de arco unidos por una zona elevada. De norte a sur, nos encontramos un segmento de arco con una sombra muy densa y gruesa en el margen este, mientras que la cresta pasa por el margen oeste, en la IMAGEN 3 vemos como zonas brillantes dos segmentos de cresta, que en la IMAGEN 4 vemos completa. Luego sigue, hacia el sur, está esa zona central, quizás demasiado ancha para ser un arco. Visualmente, en la IMAGEN 3, vemos que en el codo que apunta hacia el oeste hay una zona brillante en cuyo centro había un punto muy brillante (en principio, mayor brillo mayor altura). En IMAGEN 4 vemos que ese punto brillante es un pico que proyecta la típica sombra triangular de una pequeña elevación. ¿De qué se trata? ¿Relieve sumergido que aflora o bien una cresta súper alta? Podría ser esta última opción, ya que coincide con la línea de la cresta más hacia al norte. Luego de ese codo, el segmento hacia el sur es más típico: la cresta ocupa el margen oeste y la sombra hacia el este una sombra muy oscura y ancha. Más al sur el dorsum se curva hacia el oeste y va perdiendo altura (visualmente no se ven ni crestas ni sombras) y parecía haber una especie de cráter fantasma, que en realidad vemos que es un entrecruzamiento de segmentos en IMAGEN 4.

Para concluir, es interesante notar la extraordinaria diversidad de los dorsa, lo que amerita un intento de catalogación, lo que sería muy difícil, porque son miles alrededor de la Luna.

IMAGE 1:

Name and location of observer: Alberto Anunziato (Paraná, Argentina).

Name of feature: DORSUM NEAR BESSEL.

Date and time (UT) of observation: 2024-12-07-00.10-00.30.

Size and type of telescope used: 105  mm. Maksutov-Cassegrain (Meade EX 105) .

Magnification: 154X

IMAGE 2:

“Atlas of the Moon”, Chart 24, Antonin Rükl.

IMAGE 3:

Name and location of observer: Alberto Anunziato (Paraná, Argentina).

Name of feature: DORSUM WEST OF LUTHER.

Date and time (UT) of observation: 2024-12-07-00.30.-00.50

Size and type of telescope used: 105  mm. Maksutov-Cassegrain (Meade EX 105) .

Magnification: 154X

IMAGE 4:

“Photographic Lunar Atlas for Moon Observers”, Volume 1, page 245, Kwok Pau


viernes, 17 de enero de 2025

LA LUNA DESDE POPAYÁN

Desde la ciudad colombiana de Popayán, uno de nuestros más destacados observadores lunares, Jairo Andrés Chavez Estupiñán, sigue colaborando con sus observaciones: