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lunes, 13 de octubre de 2025

LA LUNA DESDE FORMOSA

 Desde Formosa, Argentina, el Prof. Dr. Raúl Podestá continúa reportando estupendas imágenes lunares desde el Observatorio Nova Persei II:











jueves, 9 de octubre de 2025

PEQUEÑAS DEPRESIONES CON FORMA DE COMETA

 

Traducción del texto aparecido en la edición de septiembre 2025 de The Lunar Observer



Es sorprendente la cantidad de pequeñas formaciones selenográficas que se pueden distinguir si hacemos un poco de zoom en cualquier imagen lunar, o cuando analizamos alguna imagen obtenida en órbita lunar. Es como asomarse a un mundo distinto. Estoy seguro que el lector alguna vez habría visto en algún rincón lunar una formación similar a las vemos en IMAGE 1, que fue tomada de la filmación (minuto 0.53) de la cámara a bordo del lander indio Vikram descendiendo cerca del cráter Manzinus U el 23 de agosto de 2023 (el video se encuentra en Youtube, se llama Chandrayaan 3 landing-Onboard camera view (https://www.youtube.com/watch?v=IhTQ6bNuP8c&t=56s). Hace un par de años, en el número de octubre 2023 de The Lunar Observer, publicamos algunas imágenes que extrajimos de este mismo video con el texto “Travelling with the Vikram lander”, una de ellas correspondía al minuto 0.53 y nos preguntábamos por la formación que en ella se veía. Dos años después, revisé dicha filmación para hacer la comparación que presentaré a continuación, y unos segundos antes aparece una formación ¡exactamente igual! En IMAGE 1 las vemos juntas. ¿Se trata de cráteres? ¿Depresiones? ¿fuentes de lava? ¿cadenas de cráteres de impacto?








Danny Caes realizó una investigación en el magnífico sitio web The Moon sobre lo que denominó "Cúmulos de cráteres pequeños y pequeñas depresiones extrañas" (https://the-moon.us/wiki/Curious_crater_clusters ). Existe una serie de cúmulos de cráteres que simplemente se agrupan debido a su forma inusual, susceptible a la pareidolia. Entre ellos, hay varias formaciones que parecen ser depresiones con forma de cráter o cráteres alargados de formas muy extrañas, en lugar de cúmulos”. De este interesantísimo catálogo seleccionamos una formación que es increíblemente parecida a las dos formaciones que vemos en IMAGE 1. Se trata de The Guitar (or Bottle): ligeramente al noreste de Fedorov (entre Fedorov y Mons Delisle) se encuentra una curiosa depresión con forma de guitarra o botella. Esta "Guitarra"/"Botella" fue fotografiada durante la misión Apolo 15 con película Hasselblad en blanco y negro: AS15-92-12470 and AS15-81-10983”. IMAGE 2 es un detalle de la segunda imagen citada de Apolo 15. ¿Se ven parecidas las formaciones que se ven en IMAGE 1 con la que se ve en IMAGE 2? IMAGE 3 las muestra en paralelo. Las flechas grises muestran un primer componente, lo que parece un cráter, o al menos es circular, el segundo componente es una formación alargada, las flechas negras muestran la pared más definida de ese pequeño ¿canal? La diferencia entre las dos formaciones que se ven en la imagen de Vikram y la “Guitarra” que se ve en la imagen de Apolo 15 parece ser que en ésta última las dos paredes del segundo componente parecen más similares entre sí, mientras que en las formaciones paralelas que se ven en IMAGE 1 tienen una pared más definida (que proyecta sombra) y una segunda que parece menos escarpada y más irregular. IMAGE 4 es una captura de la zona de Mare Imbrium correspondiente a donde se encuentra “La Guitarra”, del Lunar Reconnaissance Orbiter Quickmap, entre los cráteres Delisle y Fedorov (en el medio se encuentra Mons Delisle). Se puede ver fácilmente que es una zona con abundancia de formaciones volcánicas, específicamente de rimas y de domos. El estudio “Refined thorium abundances for lunar red spots: Implications for evolved, nonmare volcanism on the Moon” (J. J. Hagerty et al, 2006, https://doi.org/10.1029/2005JE002592 ), analiza la distribución espacial del thorium (Th) en la superficie lunar para estimar la abundancia de lo que se conoce como “lunar red spots” (zonas rojas lunares): “una clase de anomalías espectrales en la cara visible de la Luna que se caracterizan por un albedo alto y una fuerte absorción en el ultravioleta (…) ubicadas en una variedad de entornos geológicos y comúnmente aparecen como domos, unidades de llanuras suaves y parches de tierras altas escarpadas”. Una de las zonas analizadas es la de los domos de Gruithuisen, donde está The Guitar, entre Mons Delisle y el cráter Fedorov: “Los resultados de este estudio se pueden combinar con evidencia morfológica y compositiva preexistente para sugerir que (…) los domos de Gruithuisen (…) son construcciones volcánicas silícicas, no maria, similares en naturaleza a los domos de riolita terrestres. Proponemos que la inmiscibilidad líquida de silicato o, más probablemente, la subcapa basáltica podrían haber producido domos de riolita lunar. Por lo tanto, los datos del Lunar Prospector presentados en este estudio proporcionan nueva información sobre la gama completa de procesos volcánicos y de la corteza que podrían haber ocurrido en la Luna”. Esto confirma que la zona donde aparece The Guitar es de gran actividad volcánica. The Guitar no es la única formación extraña en esta pequeña área de los domos de Gruithuisen, también lo son las dos formaciones al norte y al sur: “Desafortunadamente, se sabe muy poco sobre la formación Fedorov o el Mons Delisle. Una imagen de la misión Lunar Orbiter muestra que el Mons Delisle no presenta características volcánicas clásicas; sin embargo, la porción suroeste del Mons Delisle se ha cartografiado como material de domo volcánico rugoso”. Más extraño que el Mons Delisle es ¿cráter? Fedorov: “La formación Fedorov contiene el cráter Fedorov, así como una montaña de 6 km de diámetro a la que llamamos montaña Fedorov. El cráter Fedorov tiene una forma de cuña inusual y carece de un borde elevado, lo que indica que la depresión es en realidad un cráter de mare endógeno. Inmediatamente al norte de esta depresión se encuentra la montaña Fedorov, que se eleva unos 0,6 km por encima del mar circundante y 0,8 km por encima del fondo de la depresión Fedorov”. The Guitar sería similar al “cráter” Fedorov, en cuanto Fedorov parece ser una depresión más que un cráter. ¿Compartirán origen volcánico? Parece que sí, de hecho, hay otras dos formaciones que presentan cierta similitud con The Guitar, una pequeña muy cerca al este y una mucha más grande al norte (IMAGE 5, LRO Quickmap).

Podría ser que las 3 formaciones que analizamos con forma de cometa (un componente circular que sería la coma y un componente alargado que parece una cola), esto es, las dos que aparecen en IMAGE 1 en la filmación del lander Vikram y The Guitar, fueran similares morfológicamente y compartieran un probable origen volcánico. Lamentablemente de las formaciones gemelas que muestra Vikram no conocemos nada, solo que razonablemente están cerca de la zona de alunizaje, cerca de Manzinus U, en las tierras altas de la zona cercana al polo sur. Y es una zona muy distinta geológicamente de la zona en la que está The Guitar, no volcánica. No habría argumentos geológicos, en principio, para la comparación, que solo se justifica por la similitud de formas (que no es poco, ya que son muy similares). Cerramos esta comparación con un primer plano de The Guitar (del LRO Quickmap, una vez más). En IMAGE 6 vemos que el componente circular guarda cierto parecido con una fosa de las que se sospechan ser el acceso a un tubo de lava, parece que la pendiente llena de rocas sueltas llevara hacia una hondanada en sombras. En IMAGE 7 hacemos una comparación entre IMAGE 6 y la imagen de una fosa reconocida como tal, la Sinus Iridum Pit (página 19 del Lunar Reconnaissance Orbiter Camera Catalog of Lunar Pits, R.V. Wagner, M.S. Robinson, and the LROC Team Version 1–March 2021, disponible en https://lroc.im-ldi.com/atlases/pits/list ). Nada nos impide soñar con que The Guitar sea una rampa, o incluso que lo sean también las dos formaciones que se ven en la cámara de Vikram. Es interesante notar que la descripción que da el Catalog de la Sinus Iridum Pit podría aplicarse a las formaciones que comparamos: “(…) depresión de ~1,3 km de largo (no está claro si se trata de una catena degradada, algún otro tipo de depresión o una ilusión)”.

lunes, 6 de octubre de 2025

Vitello: la joya escondida en el borde de Mare Humorum

 (Marcelo Mojica – Club de Astronomía Icarus)

 

Hay noches en las que la Luna parece mirarnos con un guiño especial. Entre los infinitos cráteres que adornan su rostro, uno de ellos espera silencioso, casi discreto, pero lleno de secretos que recompensan al observador paciente. Su nombre es Vitello, una formación de 41 kilómetros de diámetro que se recuesta en el sur de Mare Humorum, como un recuerdo antiguo de impactos titánicos y fuerzas interiores que aún resuenan en la imaginación humana. [1]



Fig.1.- Se observa a Vitello con su “meseta interna”, sobre la cual se destacan sus picos centrales. Imagen obtenida con un Mak de 150mm de apertura a F/12, con filtro UV, IR de Baader en fecha 2025/Ago/05 a horas 23:05 UT con s=6/10 y t=4/6

 Un escenario de historia cósmica

Vitello nació hace cerca de 3.8 mil millones de años [1], en los albores de la Luna que hoy conocemos. Su origen fue un impacto meteórico formidable, pero su vida no terminó en ese instante. La Luna seguía viva en su interior y, en algún momento, fuerzas ocultas hicieron que su piso se fracturara y se elevara, creando un anillo interno y un montículo central que parecen contar una historia de luchas y movimientos subterráneos.
Observar Vitello es asomarse a una época en que el Sistema Solar entero era un hervidero de rocas y fuego, cuando cada cráter era una chispa de creación.

El placer de observarlo

La belleza de Vitello no exige grandes instrumentos. Fig.1. Con un pequeño refractor de 50 mm ya se intuye su contorno, pero un telescopio de 150 mm o más revela su verdadera riqueza: los picos centrales iluminado como un faro, los anillos internos que parecen ondas de piedra, las fracturas que cruzan el piso como cicatrices de un tiempo remoto.
El mejor momento para buscarlo llega tres días después del Primer Cuarto o dos días después del Último Cuarto, cuando el Sol lunar ilumina de costado y las sombras resaltan cada relieve. Es entonces cuando el corazón del observador late un poco más rápido, al reconocer que lo que mira no es solo una imagen, sino un relato geológico que ha sobrevivido miles de millones de años. [1]

El relieve que conquista la mirada

Basta un telescopio modesto para percibir que Vitello no es un cráter cualquiera. Sus paredes elevadas, que se alzan más de 3.2 kilómetros sobre el piso, muestran una silueta quebrada por pequeños cráteres secundarios, como el diminuto Lee M en el noroeste. En su interior se destaca un pico brillante (de cinco) que se yergue orgulloso, recordando que la Luna también sabe esculpir montañas. El suelo, lejos de ser plano, parece un paisaje atormentado, con fracturas y anillos concéntricos que delatan un pasado de presiones internas. [1]

Cuando el terminador —la frontera entre la noche y el día lunar— acaricia la región de Humorum, las sombras alargadas dibujan estas estructuras con una nitidez casi mágica. En esos momentos, Vitello deja de ser solo un nombre en un mapa: se convierte en un escenario de luces y sombras que respira ante nuestros ojos.

Un nombre con herencia de luz

Vitello lleva el nombre de Erazmus Ciołek Witelo Fig.2. filósofo y astrónomo polaco del siglo XIII que dedicó su vida al estudio de la óptica. Qué hermoso homenaje: un cráter que juega con la luz y las sombras, nombrado en honor de un hombre que buscó comprender sus secretos. Al contemplarlo, sentimos la continuidad entre las mentes que exploraron el cielo en la Edad Media y nuestras propias miradas modernas. [1]



Fig.2.- En una página de su manuscrito, puede verse una miniatura de Vitello [2]

 

Invitación a la aventura

Cuando la próxima Luna creciente se eleve sobre el horizonte, prepara tu telescopio, tus binoculares o incluso tu cámara fotográfica. Busca el suroeste del disco, localiza la elegante cuenca de Mare Humorum y deja que tus ojos se deslicen hacia el sur. Allí, Vitello te estará esperando, como un susurro del pasado que se vuelve presente. Fig.3.

La experiencia no es solo científica: es profundamente humana. En cada cráter, en cada sombra, late la certeza de que el universo es antiguo, vasto y, sin embargo, cercano. Al observar Vitello, sentimos que nuestra mirada une los siglos: desde los primeros astrónomos que lo nombraron hasta los exploradores del futuro que quizá lo pisen.

Una noche para recordar

Sal, respira el aire frío de la noche, siente el peso de las estrellas y la luz de la Luna acariciando tu rostro. Apunta tu telescopio y deja que Vitello te cuente su historia. En su anillo interior, en su montaña central, en las fracturas que cruzan su piso, hay poesía grabada en roca. Observarlo es más que un acto de curiosidad: es un diálogo silencioso con la eternidad.

 La próxima lunación es tu oportunidad. No dejes que Vitello siga siendo solo un nombre en los atlas: conviértelo en una experiencia, en una imagen propia, en un recuerdo que te acompañe cada vez que mires hacia la Luna. Porque en cada noche de observación, el cielo no solo revela sus secretos… también despierta los nuestros.



Fig.3.- Se observa al cráter Vitello al Sur de “Mare Humorun”, hacia el Sud-Oeste de la Luna. Virtual Moon Atlas. [1]

Bibliografía

1.  Virtual Moon Atlas.  Software gratuito.  Descarga en: https://1-ap--i-net.translate.goog/avl/en/download?_x_tr_sl=en&_x_tr_tl=es&_x_tr_hl=es&_x_tr_pto=tc&_x_tr_sch=http&_x_tr_enc=1

https://en.wikipedia.org/wiki/Vitello

lunes, 29 de septiembre de 2025

NOS SUMAMOS A LA NOCHE INTERNACIONAL DE OBSERVACIÓN LUNAR

 




NOS SUMAMOS A LA NOCHE INTERNACIONAL DE OBSERVACIÓN LUNAR

Desde Paraná, nos sumamos a la Noche Internacional de Observación Lunar, como lo venimos haciendo desde la creación de la Sociedad Lunar en 2019. Tendremos dos actividades. El jueves 02 de octubre a las 18 horas, en la Biblioteca Celia Montoya de la Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales (Escuela Normal, Urquiza y Corrientes, Subsuelo), tendremos la charla “Conociendo la Luna”. En el marco de la Práctica de Extensión Territorial (PET) “La Luna en tu patio”, haremos un recorrido por las principales formaciones geológicas que se pueden observar en la Luna con telescopio de aficionado. Y luego haremos una práctica de observación, observando con un telescopio los accidentes lunares a los que nos referimos en la primera parte. Además, recordaremos la rica historia astronómica del Observatorio de la Escuela Normal.

El sábado 4 de octubre a las 19,30 estaremos con nuestros telescopios en la Plaza Mujeres Entrerrianas (Ex Hipódromo) para seguir observando la Luna.

Ambas actividades en conjunto con el Observatorio Galileo Galilei de Oro Verde.

Como siempre, nuestras actividades son libres y gratuitas.

viernes, 26 de septiembre de 2025

La posible “Linné Catena” en el Mare Serenitatis

 

(Marcelo Mojica – Club de astronomía Icarus)

 

Introducción

La Luna, nuestra compañera celeste eterna, guarda aún secretos que no terminamos de desentrañar. Aunque se ha cartografiado con exquisita precisión gracias a sondas espaciales, telescopios y misiones tripuladas, el satélite terrestre sigue ofreciendo enigmas y curiosidades. Entre ellos, se encuentra la aparente alineación de un grupo de pequeños cráteres en el Mare Serenitatis, cerca del cráter Linné, uno de los más famosos y enigmáticos de la superficie lunar.

Esta alineación está formada por los cráteres satélite Linné A, Linné B, Linné F, Linné G y, según algunas observaciones, también Linné H, los cuales parecen dibujar una línea en la superficie basaltizada del Mare Serenitatis. El fenómeno, de confirmarse, podría describirse como una cadena de cráteres, lo que nos llevaría a pensar en la existencia de una posible “Linné Catena”. [1]

Las catenae lunares suelen estar formadas por impactos secundarios o colapsos estructurales ligados a fallas, y están oficialmente reconocidas por la Unión Astronómica Internacional (IAU). Sin embargo, hasta hoy, ninguna cartografía oficial designa a estos cráteres como parte de una catena. De ahí el interés de explorarlos, describirlos y discutir si es plausible considerarlos bajo esa categoría.

En este artículo, analizaremos la historia y características del cráter Linné, repasaremos datos sobre los cráteres satélite que podrían integrar la hipotética catena, y reflexionaremos sobre las limitaciones de la geometría esférica de la Luna en la percepción de alineamientos. Finalmente, discutiremos si este grupo de cráteres merece o no el nombre de “Linné Catena”.

El cráter Linné: historia y enigma

El cráter Linné es un cráter relativamente joven y pequeño, situado en el Mare Serenitatis. Su diámetro es de aproximadamente 2,2 kilómetros y su profundidad cercana a los 500 metros, lo que lo convierte en un ejemplo casi perfecto de un cráter de impacto simple. Sus paredes son empinadas y su interior presenta una forma en “cuenco”, con taludes que se inclinan hacia un fondo reducido. [1]

Lo que lo hace tan especial no es solo su morfología, sino también la historia ligada a su observación. En el siglo XIX, el cráter Linné fue protagonista de una de las mayores controversias en la cartografía lunar. Astrónomos como Johann Friedrich Julius Schmidt afirmaron en 1866 que Linné había cambiado drásticamente de tamaño y aspecto: de ser un cráter de unos 8 km de diámetro, visible fácilmente, había pasado a ser un punto blanco brillante apenas perceptible. Este supuesto “cambio” generó debates apasionados sobre si la Luna podía estar geológicamente activa.

Hoy sabemos que aquello fue una combinación de errores de observación debidos a la resolución de los telescopios de la época y a los fuertes contrastes de iluminación en la región. Linné nunca desapareció ni cambió de forma: siempre fue pequeño, brillante y joven. Sin embargo, esta anécdota lo convirtió en un objeto de fascinación para los observadores y en un caso emblemático dentro de la historia de la selenografía.

Actualmente, las imágenes de la Lunar Reconnaissance Orbiter Camera (LROC) confirman la frescura del cráter, cuyos eyecta destacan en la superficie oscura del Serenitatis, proyectando un halo claro que resalta especialmente en fase creciente.

 

Los satélites de Linné

Alrededor de Linné se distribuyen varios cráteres más pequeños, conocidos como sus satélites. De acuerdo a la nomenclatura IAU, se identifican con letras mayúsculas asociadas al nombre principal. Entre ellos, los que nos interesan para la hipótesis de la “Linné Catena” son A, B, F, G y H.

Linné A

  • Ubicación: al suroeste de Linné.
  • Diámetro aproximado: 1,5 km.
  • Características: Es un pequeño cráter simple, con forma cuenco, bordes definidos y un interior poco erosionado. Su morfología sugiere también cierta juventud relativa, aunque menos fresca que Linné principal. [1]

Linné B

  • Ubicación: al noroeste de Linné.
  • Diámetro aproximado: 2 km.
  • Características: Tiene bordes ligeramente más desgastados que A, y su eyecta no es tan evidente. Sin embargo, mantiene una forma definida, con laderas que descienden suavemente hacia un fondo plano. [1]

Linné F

  • Ubicación: algo más hacia el oeste.
  • Diámetro aproximado: 1 km.
  • Características: Es de los más pequeños del grupo. Presenta un contorno casi circular, con taludes poco abruptos. Debido a su tamaño reducido, se observa mejor con telescopios medianos bajo iluminación rasante. [1]

Linné G

  • Ubicación: al norte-noroeste.
  • Diámetro aproximado: 1,2 km.
  • Características: Su perfil es algo irregular, probablemente por la superposición de microimpactos. Aun así, se reconoce como parte de la secuencia de pequeños cráteres que parecen seguir una orientación lineal. [1]

Linné H

  • Ubicación: algo desplazado respecto a la alineación principal, al norte.
  • Diámetro aproximado: 1,3 km.
  • Características: Su inclusión en la posible cadena es debatible, pero algunos observadores lo consideran parte del patrón lineal. [1]

Estos cinco cráteres satélites, junto con el Linné principal, conforman un microcosmos geológico en el Mare Serenitatis. Lo llamativo es que, vistos en mapas y fotografías, los satélites A, B, F y G parecen dibujar una línea, una alineación que, al ojo humano, evoca una cadena de cráteres.



Fig.1.- Mare Serenitatis y la región del cráter Linne y sus cráteres satélites alineados.  Telescopio Refractor de 150mm diafragmado a 100mm en fecha: 2024-06-15 a horas 23:20 UT con una s=7/10 y una t=5/6, cámara monocroma zwo 178

 

¿Qué es una catena lunar?

En la nomenclatura planetaria, una catena es una cadena de cráteres dispuestos linealmente. Existen dos principales mecanismos de formación:

  1. Impactos secundarios en cadena: Cuando un gran impacto expulsa bloques de roca, estos caen en secuencia y generan múltiples cráteres alineados. Ejemplos clásicos son la Catena Davy o la Catena Abulfeda.
  2. Colapso tectónico o volcánico: Grietas o fallas en la corteza lunar que colapsan, formando hileras de depresiones.

Las catenae lunares están oficialmente nombradas y reconocidas por la IAU. Sin embargo, ninguna cartografía oficial ha registrado hasta hoy una “Catena Linné”.

Esto nos lleva a preguntarnos: ¿la alineación de Linné A, B, F, G y H es real o es un efecto visual?

La geometría esférica y la ilusión de la alineación

La superficie lunar es esférica, lo que significa que cualquier alineación aparente puede estar sujeta a distorsión por proyección. Una línea recta sobre la superficie curva de la Luna no necesariamente se percibe recta cuando se proyecta en un mapa plano o en imágenes telescópicas.

Si trazamos una recta sobre un globo terráqueo, lo que en realidad obtenemos es un arco de círculo máximo. Por ello, para confirmar una alineación es necesario trabajar con coordenadas selenográficas de cada cráter y comprobar si, en efecto, todos ellos se encuentran cercanos a una misma curva máxima.

Algunos estudios independientes realizados con LROC QuickMap indican que A, B, F y G están efectivamente próximos a una línea común, aunque con leves desviaciones que podrían explicarse por azar estadístico o por la curvatura del terreno. H, en cambio, se desvía más claramente, por lo que su pertenencia a la supuesta catena es más discutible.

¿Azar o estructura?

La posibilidad de que esta alineación sea producto del azar es alta. El Mare Serenitatis está plagado de pequeños cráteres secundarios, y es natural que algunos de ellos, por simple estadística, se dispongan en patrones que evocan linealidad.

Sin embargo, no debe descartarse que:

  • Podrían ser impactos secundarios de un evento mayor, cuyas trayectorias resultaron en una alineación aproximada.
  • La tectónica del Serenitatis pudo haber jugado un papel: grietas radiales asociadas al gran impacto que formó la cuenca de Serenitatis podrían haber guiado la disposición de los impactos.
  • También existe la posibilidad de una alineación ilusoria producida por nuestra percepción visual, acentuada por el contraste de sombras y la cartografía bidimensional.

Linné como centro de interés

Lo fascinante de esta posible catena es que se encuentra alrededor de uno de los cráteres más carismáticos de la Luna. Linné no solo es un cráter joven y brillante, sino también un símbolo de los debates sobre la supuesta variabilidad lunar. Su entorno es, por tanto, un terreno fértil para la imaginación y la curiosidad.

¿No sería poético que junto a un cráter famoso por su “desaparición” hubiera también una alineación de cráteres aparentemente oculta a la nomenclatura oficial?

Comparación con otras catenae

Al contrastar la alineación de los satélites de Linné con catenae bien documentadas, como Catena Davy, encontramos diferencias notables:

  • Las catenae auténticas suelen estar compuestas por decenas de cráteres, no solo cinco.
  • Sus diámetros tienden a disminuir progresivamente en una dirección.
  • Su origen está bien asociado a impactos mayores.

La supuesta Linné Catena, en cambio, es corta, formada por solo unos pocos cráteres y sin una gradación clara de tamaños. Esto hace pensar que, más que una catena en sentido estricto, podría ser una alineación parcial interesante, pero insuficiente para clasificarla formalmente.

El valor para la astronomía amateur

Más allá de su posible clasificación oficial, la observación de esta alineación representa un desafío estimulante para los astrónomos aficionados. Con telescopios de mediana apertura (15–20 cm), bajo iluminación rasante, es posible distinguir los pequeños satélites y trazar mentalmente la línea que los une.

Proyectos de observación colectiva podrían dedicarse a:

  1. Fotografiar la región con diferentes fases lunares para evaluar la percepción de la alineación.
  2. Medir posiciones relativas con software de cartografía lunar y comparar con modelos esféricos.
  3. Discutir hipótesis en comunidades de observadores, aportando datos a la ciencia ciudadana.

De esta manera, aunque no exista aún una “Catena Linné” oficial, sí podría convertirse en una referencia dentro de la astronomía amateur, un ejemplo de cómo la curiosidad nos lleva a reinterpretar lo ya cartografiado.

Conclusiones

La supuesta “Linné Catena” es, hasta ahora, una hipótesis atractiva y evocadora: un puñado de cráteres satélite que parecen alinearse en el Mare Serenitatis, junto al célebre cráter Linné.

Si bien la evidencia geométrica no es concluyente y no existen estudios formales que respalden su existencia como catena auténtica, la observación de esta alineación invita a reflexionar sobre los procesos que moldean la Luna y sobre cómo la percepción humana encuentra patrones en el caos aparente.

El cráter Linné, con su halo brillante y su historia de anécdotas, se convierte así en el centro de un nuevo relato: el de una cadena de cráteres que podría o no existir, pero que sin duda enriquece la experiencia de quienes apuntan sus telescopios hacia el Mare Serenitatis.

Palabras finales

Quizá, dentro de algunos años, nuevas investigaciones o análisis estadísticos permitan aclarar si la alineación de Linné A, B, F, G y H merece ser reconocida como una catena. Mientras tanto, podemos seguir observando, fotografiando y soñando con ella. La Luna, como siempre, nos devuelve tanto misterio como el que nosotros queramos proyectarle.

En definitiva, la posible “Linné Catena” es un ejemplo perfecto de cómo la astronomía amateur puede enriquecer la mirada sobre lo ya conocido y abrir nuevas preguntas. Tal vez, en esa aparente línea de cráteres pequeños, no se esconda un proceso geológico trascendental, pero sí se revela el espíritu humano de buscar orden, sentido y belleza en el cielo.

Bibliografía

1.      Virtual Moon Atlas.

domingo, 14 de septiembre de 2025

NÚMERO 54 DE "EL MENSAJERO DE LA LUNA"

 

Amigos de la Sociedad Lunar Argentina;

Compartimos nuevo número de “El Mensajero de la Luna”, la revista de la Sociedad Lunar Argentina y la Sección Lunar de la Liga Iberoamericana de Astronomía.

En el número 54 podrán encontrar las tradicionales secciones de nuestra revista: las actividades más recientes, la Galería Lunar con las últimas imágenes de nuestros miembros; en Crónicas Lunares narramos la poco conocida historia del Fenómeno Lunar Transitorio que los astronautas de la misión Apolo 11 observaron en órbita lunar, en Selenología tenemos tres artículos: Alberto Anunziato hace una propuesta de taxonomía de la topografía de los dorsa, Marcelo Mojica nos cuenta las maravillas de la Luna Llena y la historia observacional del cráter Hiparcus; en Traducciones traemos un texto de Anthony Cook sobre los efectos que tendría el probable impacto del asteroide 2024 YR4 en la superficie lunar, y cerramos con una poesía lunar de Edgar Alan Poe. Esperamos que disfruten nuestra revista.

 Link para ver y/o descargar:

https://drive.google.com/file/d/1V55uBgDHYinFupCfKNpT5RTBYwUM2uza/view?usp=sharing


sábado, 30 de agosto de 2025

UNA PEQUEÑA COMPARACIÓN DE LOS CRÁTERES OBLICUOS CON ESPINA CENTRAL

 

Traducción del texto aparecido en la edición de agosto 2025 de “The Lunar Observer”

En la edición de junio pasado de nuestra revista nos referimos a un cráter oblicuo de tamaño reducido y apariencia extraña: Piazzi Smyth V y hacíamos una comparación visual del rasgo más extraño del mismo, su elevación central alargada, que ocupa buena parte del suelo del cráter. La comparación era con dos cráteres oblicuos que también presentan esa elevación central alargado en lugar del pico central de los cráteres normales, Schiller y Heraclitus, aunque en ambos cráteres la “espina central” abarca una parte del suelo mucho más pequeña que la que ocupa la “espina central” de Piazzi Smyth V. También decíamos que Schiller y Heraclitus eran cráteres mucho más antiguos que Piazzi Smyth V y que las modificaciones que sufrieron luego de su creación (impactos y extrusión de lava en Schiller e impactos en el caso de Heraclitus) podrían haber suprimido parte de la “espina central”. La comparación de las 3 “espinas centrales” y su relieve es la IMAGE 1.

Me pareció interesante hacer un análisis un poco más profundo, para ver si encontraba algún tipo de patrón en la relación entre el tamaño y cuán alargado es un cráter y el tamaño de su pico central alargado (o “espina central”), recurriendo a la única lista de cráteres oblicuos, al menos que yo sepa, que se encuentra en https://the-moon.us/wiki/Oblique_Impact_Craters

No todos los cráteres oblicuos tienen “espina central”, por eso la muestra se limita a los 3 ya analizados y a un cráter de la cara oculta Buys-Ballot, ubicado al noroeste de Lacus Luxuriae. “El cráter Buys-Ballot (BB) se encuentra en medio de las tierras altas de la cara oculta (22º N, 175º E), alejado de depósitos de mare y cráteres con halos oscuros, indicativos de antiguos basaltos enterrados. Presenta las características distintivas de un impacto de ángulo muy bajo: planta alargada en forma de pera (90 km x 60 km), ensanchamiento del cráter transversal a la trayectoria inferida y cresta central. Según la forma del cráter, el ángulo de impacto fue probablemente de unos 10º, lo que requeriría un impactador de unos 10 km de diámetro para producir un cráter de este tamaño. El impacto se produjo en el borde de un cráter mayor situado en el anillo interior de una gran cuenca degradada de dos anillos, Freundlich/Sharanov. Como resultado tanto de la trayectoria como de la topografía, la falla del impactador durante la penetración extendió el cráter hacia abajo, de forma similar a los experimentos de laboratorio y a ciertos cráteres en otros lugares” (Schultz, Peter, The Possible Generation of Friction Melts at the Lunar Crater, Buys-Ballot, en https://www.researchgate.net/publication/253189153_The_Possible_Generation_of_Friction_Melts_at_the_Lunar_Crater_Buys-Ballot ).

Las similitudes de este cráter (IMAGE 2) son evidentes con Schiller y Heraclitus por tamaño y forma. Los 3 son cráteres muy alongados en los que la espina central ocupa solamente una parte del suelo, en los 3 la espina central es prominente visualmente pero poco elevada. El cuadro que sigue es parte de mi pequeña investigación. En los 3 cráteres alongados de gran tamaño (Schiller, Heraclitus y Buys-Ballot en orden de mayor a menor) vemos que tienen un grado de alongamiento similar (Heraclitus y Buys-Ballot casi iguales, Schiller es mucho más largo y alongado), que en los 3 la “espina central” ocupa un porcentaje del suelo similar (30% en promedio) y se encuentra en uno de los extremos.

 

EJE MAYOR

EJE MENOR

PROPORCIÓN

EJE MENOR/EJE MAYOR

ESPINA CENTRAL

PORCENTAJE DEL EJE MAYOR DE LA ESPINA

SCHILLER

176 KMS

71 KMS

2.47

41 KMS

23,29 %

HERACLITUS

109 KMS

75 KMS

1.45

33 KMS

35,97 %

BUYS-BALLOT

90 KMS

60 KMS

1.50

33 KMS

29,70 %

PIAZZI SMYTH V

7 KMS

3.5 KMS

2.0

5.6 KMS

80,00 %

Desalentadoramente, Piazzi Smyth es diferente a los otros 3 cráteres con “espina central”: es mucho más pequeño, mucho más alongado y su espina central ocupa el 80% del suelo. Hay otra diferencia, mucho más importante que esta comparación numérica: Piazzi-Smyth V es un cráter mucho más pequeño que los otros 3 y, por ende, su topografía no puede compararse con cráteres mucho más grandes. Los cráteres de impacto “normales” tienen grandes diferencias de acuerdo a su tamaño, los picos centrales solamente están presentes en los cráteres de diámetro más extenso (piensen en Proclus y Copernicus, por ejemplo). En el caso de los cráteres oblicuos el mecanismo de formación del pico central (o “espina central”) debería también depender del tamaño del impactador y, en consecuencia, del diámetro del cráter. Que cráteres de tamaño y forma similares como Schiller, Heraclitus y Buys-Ballot tengan picos centrales alargados y que estos se encuentren en uno de los extremos es perfectamente entendible, lo que no es comprensible es la forma de Piazzi-Smyth V: su espina central ocupar una proporción significativamente más grande que los anteriores. Y más aún, la presencia de esa “espina central” tan grande es una anomalía, ya que en los cráteres más pequeños no es posible que el impacto inicial genere picos centrales (menos de 20 kilómetros de diámetro).

Que un cráter de 7 kilómetros de largo por 3.5 de ancho tenga pico central sería imposible para un cráter normal y, entiendo, también para un cráter oblicuo, pueden buscar en la lista antes citada los cráteres oblicuos más chicos que Schiller (como Messier y Messier A), más raro aún es que siendo un cráter tan pequeño no solamente tenga elevación central, sino que, además, dicha elevación central sea significativamente más larga que la de los cráteres más grandes.

La comparación no ha sido fructífera, por cuanto no se pudo obtener patrones en la forma de los cráteres oblicuos, Piazzi-Smyth V continúa siendo una rareza.

IMAGES 1/2 LROC Quickmap.