Traducción del texto aparecido en la edición de marzo
2024 de “The Lunar Observer”
Hace poco terminé la lectura de una obra que me atrajo
sobremanera, escrita por Gilbert Fielder, cuyo título es "Secrets of the
Moon. Understanding
and Analysing the Lunar Surface”, (2022, CRC Press, New York). La obra es sumamente entretenida y explica con gran
elegancia una serie de temas relacionados con la geología que pueden resultar
bastante abstrusos. No soy un conocedor de la geología lunar, pero parece ser
que Fielder se aparta de la tesis dominante al menos en lo que hace a la
orientación de los grandes lineamientos en la Luna, que se explicarían por una
orientación general (Lunar Grid System) en lugar de la explicación hoy aceptada
de las cuencas de impacto.
Leyendo el capítulo 18 tuve un momento de asombro, ya
que se referìa a un asunto sobre el que me habría preguntado en varias
ocasiones: la topografía de las pequeñas formaciones que parecen tan distintas
de las grandes formaciones a las que prestamos más atención. El autor describe
un mecanismo de formación de pequeños cráteres que no es el exógeno (impacto
meteorítico) ni tampoco el endógeno relacionado con los cráteres volcánicos que
conocemos como fosas. Dice Fielder: “Los diques se
crean cuando el magma líquido asciende a través de la corteza planetaria,
abriendo y rellenando las fracturas antes de solidificarse. El magma asciende
bajo presión hidrostática. En el caso especial de la Luna, donde prácticamente no
hay presión atmosférica y el regolito proporciona sobrecargas inusualmente
pequeñas, la etapa final del ascenso de un dique líquido se vería interrumpida
por la liberación explosiva de los gases contenidos al vacío. En el proceso, se
formarían pequeños cráteres por la dispersión repentina de materiales cercanos
a la superficie, acompañada del colapso de parte del regolito”. A los
cráteres formados por este mecanismo endógeno Fielder los llama “endocráteres”.
Lo que llama la atención es que distinguiríamos a los
pequeños endocráteres de los pequeños cráteres de impacto en que mientras la
distribución de estos es, obviamente, aleatoria, la distribución en la
superficie de los endocráteres no lo es, ya que la formación de los mismos
depende de tres factores principales: 1) la composición de los flujos de lavas,
ya que la composición del tipo de lava determina el grado de posible
outgassing; 2) la existencia de fracturas en el suelo y 3) la composición del
regolito, ya que el posible drenaje del regolito podría alterar
significativamente la forma original del endocráter. Fielder cuenta en el
capítulo 21 cómo el conteo de pequeños cráteres puede dar en determinadas zonas
resultados no explicables si los cráteres fueran todos de impacto (en zonas
estratigráficamente más recientes puede haber un número menor de cráteres que
en zonas más antiguas, ya que el resultado dependería de las propiedades de la
lava más que de los impactos aleatorios).
Me parece interesante este mecanismo endógeno de
creación de pequeños cráteres podría explicar una serie de formaciones de
cráteres que siempre me parecieron singulares y que parecen difíciles de
explicar por impactos aleatorios. Una de estas son los cúmulos de cráteres,
zonas con alta densidad de cráteres que no se explicarían por la fragmentación
de un meteorito por la atracción gravitatoria de la luna, que sería el caso de
las “catenae” o cadenas de cráteres. A las cadenas de cráteres le dedicamos la
sección Focus On de nuestra revista del mes de mayo 2024 y si revisan esa
galería de imágenes verán que son radicalmente distintas a los cúmulos de
cráteres que veremos a continuación.
Recorriendo la zona al sur de Plato, en Mare Imbrium,
se pueden apreciar con bastante nitidez una serie de cúmulos de cráteres que
podrían perfectamente haberse producido por la desgasificación explosiva de las
lavas del norte de Mate Imbrium. La zona fue elegida simplemente por lo que
parece ser un mayor número de estos cúmulos de posibles endocráteres (un
criterio meramente observacional). Todas las imágenes pertenecen al Lunar
Reconnaissance Orbiter Quickmap.
La IMAGE 0 muestra la zona en panorámica, con Plato al norte y Mons Pico y Mons Piton al este. Hay numerosos cúmulos de cráteres en la zona, invitamos al lector a examinar la zona. Los puntos y los números corresponden a la ubicación de las imágenes que siguen. Nuestra galería no es exhaustiva, simplemente indicativa. Por supuesto, hay zonas densamente craterizadas que podrían ser incluidas en nuestra galería, pero que también podrían ser acumulaciones aleatorias de cráteres de impacto. Los ejemplos que proponemos parecen escapar a este mecanismo. Desconocemos si realmente son cúmulos de endocráteres, pero parece haber en ellos una acumulación no aleatoria.
En todos estos cúmulos de cráteres parece haber uno o
varios cráteres más grandes (entre 1 y 2 kilómetros de diámetro) y una mayoría
de cráteres de tamaño más pequeño (500 metros de diámetro o menos), como puede
verse en la IMAGEN 4 (Latitud 44.25 Longitud 353.19).
IMAGEN 5 (Latitud 44.11 Longitud 352.90) es
particularmente interesante porque vemos una variedad de agrupamiento de
cráteres. La flecha del centro indicaría un cúmulo con un cierto parecido a los
ya vistos (salvo que los cráteres pequeños parecen agruparse menos
aleatoriamente, como formando una “V”); la flecha de la izquierda parece ser
una catena o cadena de cráteres clásica (aunque los 3 cráteres presentan la
pared este más levantada, como si hubieran impactado tres fragmentos paralelos
al mismo tiempo y no de forma sucesiva; la flecha de la derecha podría ser una
fractura con cráteres colapsados o bien un agrupamiento de endocráteres
surgidos a lo largo de una fisura.
Por último, IMAGEN 6 (Latitud 46.78 Longitud 355.95)
también muestra un interesante contraste entre los 3 cúmulos marcados con
flechas horizontales (y podría haber más) y el marcado con una flecha vertical,
que es distinto a los que hemos marcados como “cúmulos de endocráteres” y
también a una cadena de cráteres tradicional.
¿Son estos agrupamientos de cráteres aleatorios o son
endocráteres producidos por desgasificación explosiva de la lava de esta zona
de Mare Imbrium? Es una pregunta que excede nuestros conocimientos, nuestra
aproximación es meramente observacional, originada por la lectura entusiasta de
Fielder.