Traducción
del texto aparecido en la edición de agosto 2025 de “The Lunar Observer”
En
la edición de junio pasado de nuestra revista nos referimos a un cráter oblicuo
de tamaño reducido y apariencia extraña: Piazzi Smyth V y hacíamos una
comparación visual del rasgo más extraño del mismo, su elevación central
alargada, que ocupa buena parte del suelo del cráter. La comparación era con
dos cráteres oblicuos que también presentan esa elevación central alargado en
lugar del pico central de los cráteres normales, Schiller y Heraclitus, aunque
en ambos cráteres la “espina central” abarca una parte del suelo mucho más
pequeña que la que ocupa la “espina central” de Piazzi Smyth V. También
decíamos que Schiller y Heraclitus eran cráteres mucho más antiguos que Piazzi
Smyth V y que las modificaciones que sufrieron luego de su creación (impactos y
extrusión de lava en Schiller e impactos en el caso de Heraclitus) podrían
haber suprimido parte de la “espina central”. La comparación de las 3 “espinas
centrales” y su relieve es la IMAGE 1.
Me
pareció interesante hacer un análisis un poco más profundo, para ver si
encontraba algún tipo de patrón en la relación entre el tamaño y cuán alargado
es un cráter y el tamaño de su pico central alargado (o “espina central”),
recurriendo a la única lista de cráteres oblicuos, al menos que yo sepa, que se
encuentra en https://the-moon.us/wiki/Oblique_Impact_Craters
No
todos los cráteres oblicuos tienen “espina central”, por eso la muestra se
limita a los 3 ya analizados y a un cráter de la cara oculta Buys-Ballot,
ubicado al noroeste de Lacus Luxuriae. “El cráter Buys-Ballot (BB) se encuentra
en medio de las tierras altas de la cara oculta (22º N, 175º E), alejado de
depósitos de mare y cráteres con halos oscuros, indicativos de antiguos
basaltos enterrados. Presenta las características distintivas de un impacto de
ángulo muy bajo: planta alargada en forma de pera (90 km x 60 km),
ensanchamiento del cráter transversal a la trayectoria inferida y cresta
central. Según la forma del cráter, el ángulo de impacto fue probablemente de
unos 10º, lo que requeriría un impactador de unos 10 km de diámetro para
producir un cráter de este tamaño. El impacto se produjo en el borde de un
cráter mayor situado en el anillo interior de una gran cuenca degradada de dos
anillos, Freundlich/Sharanov. Como resultado tanto de la trayectoria como de la
topografía, la falla del impactador durante la penetración extendió el cráter
hacia abajo, de forma similar a los experimentos de laboratorio y a ciertos
cráteres en otros lugares” (Schultz, Peter, The Possible Generation of Friction
Melts at the Lunar Crater, Buys-Ballot, en https://www.researchgate.net/publication/253189153_The_Possible_Generation_of_Friction_Melts_at_the_Lunar_Crater_Buys-Ballot
).
|
EJE
MAYOR |
EJE
MENOR |
PROPORCIÓN EJE
MENOR/EJE MAYOR |
ESPINA
CENTRAL |
PORCENTAJE
DEL EJE MAYOR DE LA ESPINA |
SCHILLER |
176
KMS |
71
KMS |
2.47 |
41
KMS |
23,29
% |
HERACLITUS |
109
KMS |
75
KMS |
1.45 |
33
KMS |
35,97
% |
BUYS-BALLOT |
90
KMS |
60
KMS |
1.50 |
33
KMS |
29,70
% |
PIAZZI
SMYTH V |
7
KMS |
3.5
KMS |
2.0 |
5.6
KMS |
80,00
% |
Desalentadoramente,
Piazzi Smyth es diferente a los otros 3 cráteres con “espina central”: es mucho
más pequeño, mucho más alongado y su espina central ocupa el 80% del suelo. Hay
otra diferencia, mucho más importante que esta comparación numérica:
Piazzi-Smyth V es un cráter mucho más pequeño que los otros 3 y, por ende, su
topografía no puede compararse con cráteres mucho más grandes. Los cráteres de
impacto “normales” tienen grandes diferencias de acuerdo a su tamaño, los picos
centrales solamente están presentes en los cráteres de diámetro más extenso
(piensen en Proclus y Copernicus, por ejemplo). En el caso de los cráteres
oblicuos el mecanismo de formación del pico central (o “espina central”)
debería también depender del tamaño del impactador y, en consecuencia, del
diámetro del cráter. Que cráteres de tamaño y forma similares como Schiller,
Heraclitus y Buys-Ballot tengan picos centrales alargados y que estos se
encuentren en uno de los extremos es perfectamente entendible, lo que no es
comprensible es la forma de Piazzi-Smyth V: su espina central ocupar una
proporción significativamente más grande que los anteriores. Y más aún, la
presencia de esa “espina central” tan grande es una anomalía, ya que en los
cráteres más pequeños no es posible que el impacto inicial genere picos
centrales (menos de 20 kilómetros de diámetro).
Que
un cráter de 7 kilómetros de largo por 3.5 de ancho tenga pico central sería
imposible para un cráter normal y, entiendo, también para un cráter oblicuo,
pueden buscar en la lista antes citada los cráteres oblicuos más chicos que
Schiller (como Messier y Messier A), más raro aún es que siendo un cráter tan
pequeño no solamente tenga elevación central, sino que, además, dicha elevación
central sea significativamente más larga que la de los cráteres más grandes.
La
comparación no ha sido fructífera, por cuanto no se pudo obtener patrones en la
forma de los cráteres oblicuos, Piazzi-Smyth V continúa siendo una rareza.
IMAGES 1/2 LROC Quickmap.