Traducción
del texto aparecido en la edición Septiembre 2020 de “The Lunar Observer”
Hace
poco más de dos años, en una imagen de la orilla noroeste de Mare Crisium que
habíamos tomado porque la iluminación permitía observar los dorsa radiales,
pensé haber encontrado el famoso “Puente de O’Neill”, en lo que eran dos
franjas brillantes que unían dos cordilleras paralelas al contorno del Mare
Crisium (imagen 1). En la imagen 2 vemos el detalle de la imagen 1. Tan seguro
estaba de haber encontrado la elusiva pareidolia que había generado un
encendido debate a mediados del siglo pasado, que hace un año se lo mostré a mi
hija Atina, antes de comenzar mi observación de la noche, como una manera de
reflexionar sobre la fugacidad de lo que vemos en la Luna: “este puente lo
vemos solamente hoy, o quizás por unas horas, luego tendremos que esperar hasta
dentro de cuatro semanas, si no hay nubes”, le dije, luego de contarle la
historia del puente soñado en la Luna. Pero estaba equivocado. Cuando empecé a
leer con detenimiento la historia de la observación de O’Neill, me percaté de
que lo que había visto corría de este a oeste y no de norte a sur. Por un día
estuve buscando en las imágenes de la orilla noroeste de Mare Crisium que
tenía, intrigado por develar la causa de esa extraña iluminación. Al menos
sabía, gracias a que lo vimos con mi hija en otra ocasión, que se repetía. Por
suerte había anotado en mi registro la hora de la observación (02.55 UT del
18-8-19), lo que permite comparar las colongitudes de las dos observaciones
120.6º y 120.5º. En la imagen 3, con una iluminación muy diferente, observamos
que en el desfiladero (esta vez iluminado) hay una pequeña cordillera con dos
picos (detalle en imagen 4). Esa cordillera explica el tramo oeste del “Puente
de Atina” (por darle un nombre, el de mi hija de 10 años), pero no explica el
tramo este de la “V” invertida (a la derecha) que se observa en las imágenes 1
y 2, ya que no hay ningún accidente visible que pueda provocar la pareidolia de
un puente. En la imagen 5 (del QuickMap del Lunar Reconaissance Orbiter) vemos
detalladamente la zona y observamos que el tramo este del “Puente de Atina” se
debe a una pequeñísima cordillera que corre paralela a la cordillera mucho más
alta que compone el tramo oeste. Lo interesante es que ambas cordilleras
situadas en el desfiladero están muy separadas entre sí, pero cuando son los
únicos accidentes iluminados por la luz solar, sus brillos combinados recrean la
forma de un puente. Invitamos al lector a observar en colongitud 120º, y le
aseguramos que visualmente es más distinguible todavía que en las imágenes.
DATOS
IMÁGENES
Imágenes 1 y 2:
Name and location of
observer: Alberto Anunziato (Oro Verde, Argentina).
Name of feature: Peirce.
Date and time (UT) of
observation: 02-03-2018 05:48
Size and type of telescope
used: 280 mm. Schmidt-Cassegrain (Celestron
CPC 1100).
Filter (if used): None.
Medium employed (for photos
and electronic images): Canon Eos Digital Rebel XS.
Imágenes 3 y 4:
Name and location of observer: Román García Verdier (Paraná, Argentina).
Name of
feature: Proclus.
Date and time (UT) of
observation: 09-15-2019 03:44.
Size and type of telescope used: 180 mm
Newtonian.
Medium employed (for photos and electronic images):
QHY5-II.
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